La Guardia Civil ha detenido a una pareja (un hombre de 40 años y una mujer de 34) acusada de extorsión, detención ilegal y robo con violencia e intimidación a su víctima, primo de ella, y al que acusaban de haberles robado una plantación de marihuana de Nívar en la que en realidad habían intervenido los agentes.

Los dos acusaron a la víctima de haberles robado una plantación de marihuana y le obligaron a transferirles su vehículo como parte del pago.

Lo que al parecer no sabían los detenidos es que la plantación que supuestamente la víctima les había robado en Nívar había sido intervenida por la Guardia Civil el pasado día 16 de julio, fecha en la que los agentes encontraron 1.115 plantas de cannabis.

Ese mismo día, la mujer se puso en contacto con la víctima, primo suyo, y quedaron en verse en un bar de Granada.

Cuando el hombre llegó, ella estaba con su novio y ambos invitaron al denunciante a dirigirse hasta el coche de la pareja donde la víctima recibió una paliza del detenido, que le obligó a subir al vehículo y le sustrajo la cartera y el teléfono móvil.

Los detenidos amenazaron con matar a la víctima y con asesinar a su familia si no pagaban

Ya dentro del coche, ambos amenazaron a la víctima, a la que acusaban de haberles robado una plantación de marihuana, y le dijeron que tenía que entregarles su coche como parte de los 60.000 euros en los que tasaban la plantación o "si no le iban a pegar un tiro en la cabeza".

También le amenazaron con matarle si llamaba a la Policía y le dijeron que le iban a quitar su casa y que asesinaría a su familia si no pagaba.

Poco después, los detenidos se dirigieron hasta una gestoría de una localidad del área metropolitana de Granada y allí obligaron al denunciante a transferirles su vehículo.

A pesar de los hechos, la víctima tardó una semana en acudir a la Guardia Civil de Maracena a denunciar los hechos, lo que abrió la investigación que permitió además determinar quiénes eran los propietarios de la plantación intervenida en Nívar y que custodiaba la víctima.

Los agentes también descubrieron que el denunciante había sido el electricista que puso en funcionamiento la plantación y que este, además, se había encargado después del mantenimiento de todo el aparataje eléctrico, por lo que ha sido investigado como presunto autor de un delito contra la salud pública por cultivo de droga.