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Gómez Noya, medalla de plata en triatlón

  • El gallego se desquita de la decepción de Pekín 2008 y consigue la cuarta medalla para España. El británico Alistair Brownlee se lleva el oro y su hermano Jonathan el bronce.

Javier Gómez Noya se desquitó de la desilusión de Pekín 2008, donde quedó a la orilla del podio en el cuarto puesto, y este martes terminó segundo en Londres 2012 para conseguir la medalla de plata olímpica, un nuevo premio para el deporte español. El triatleta ferrolano no falló. Advertido como una de las bazas más seguras de España en los Juegos, se reafirmó como uno de los candidatos desde el principio. A pesar de la condición de favorito de sus adversarios, estimulados por una reputada y exitosa trayectoria y alentados por el factor ambiental, con todo el público de su lado. Gómez Noya acabó segundo en Hyde Park. Con un tiempo de 1.46.36, once segundos más que el nuevo campeón olímpico, el local Alistair Brownlee (1.46.25) y por delante de su hermano, Jonathan (1.46.56), que tuvo que correr con una penalización de quince segundos por una ilegalidad en la transición del nado a la bicicleta.

Javier Gómez Noya tomó posición desde el principio. Mantuvo el tipo desde la salida y no perdió contacto con la cabeza a lo largo de los 1.500 metros a nado en las aguas del lago Serpentine. El ferrolano mantuvo la estela del eslovaco Richard Varga, el más rápido a nado (16:56). No obstante, Gómez Noya (17.00) le adelantó en la transición a la bicicleta mientras los favoritos, los británicos Jonathan Brownlee y Alistair llegaban por detrás, aunque cerca.

Jonathan, tercero y (17.02) y Alistair (17.05) quinto, después del italiano Alessandro Fabian. Los británicos aprovecharon el tramo en bicicleta para tomar posiciones e imponer el ritmo adecuado a la prueba. Alistair y Jonathan Brownlee se situaron en cabeza, a rueda de su compatriota Stuart Hayes.

Javier Gómez Noya mantenía el tipo. Por detrás de la terna local, alentada permanentemente por los miles de seguidores inmersos en Hyde Park y sus alrededores. Sin embargo, no había noticias del resto de españoles, al margen de la selección que procuraba el dueto de Yorkshire. Mario Mola y José Miguel Pérez quedaron cortados. A más de un minuto de la veintena cabecera. Ninguno logró situarse entre el pelotón delantero, para contribuir a los intereses españoles. No perdieron el rumbo triatletas como el alemán Jan Frodeno, vigente campeón olímpico o los rusos Ivan Vasiliev y Alexander Bryukhanov, el neocelandés Bevan Docherty o el francés Luis Vincent.

Alistair Brownlee dio, a mitad de la quinta, una vuelta de tuerca y pretendió una escapada, en la que permaneció durante un minuto hasta que los veinte corredores le dieron caza y se juntaron de nuevo. El portugués Joao Silva, el francés Luis Vincent y el británico Alistair Brownlee marcaron el mejor tiempo (1.17.18). Un segundo más que Jonathan y dos más que Frodeno y Gómez Noya, a dos segundos de diferencia. Igual que el italiano Alessandro Fabian y el francés Lauren Vidal.

La situación quedó mas clara en los diez kilómetros finales, la carrera a pie. Los hermanos Brownlee mantuvieron el ritmo. Sólo Gómez Noya era capaz de seguir la marcha impuesta por ambos. Para ese momento ya se sabía que Jonathan contaba con una penalización de quince segundos por realizar de forma ilegal, fuera de la zona permitida, la transición del nado a la bicicleta. A falta de una vuelta y media de las cuatro del circuito a pie, y con Jonathan ya descolgado, Alistair aumentó el ritmo. Gómez Noya intentó seguirle. Mantuvo el tipo. No cedió más tiempo y aguantó la distancia que llevaba a sus perseguidores, especialmente a Jonathan, que había recuperado terreno tras la sanción. Alistair Brownlee se proclamó campeón olímpico, 1.46.25. Gómez Noya entró once segundos después.

"Ellos tenían gregarios y yo estaba solo"

Gómez Noya se mostró muy satisfecho con su carrera, la mejor de su temporada, en la que tuvo que luchar él solo contra los hermanos Alistair y Jonathan Brownlee, el británico Stuart Hayes y el eslovaco Richard Varga. "Se ha corrido muy rápido. La bici fue muy dura porque no se paró en ningún momento. Además, los Brownlee tenían de gregarios a Hayes y Varga que estaban trabajando para ellos por lo que he tenido que estar muy atento porque yo estaba solo. En líneas generales ha sido una gran carrera, la mejor de la temporada", aseguró el español.

Por ello, el triatleta ferrolano terminó la prueba satisfecho con su actuación, especialmente en la natación donde terminó segundo y en el tramo corriendo donde dejó atrás al Jonathan Brownlee y estuvo luchando con su hermano por el oro. "Evidentemente que salía a por el oro pero estoy satisfecho por cómo ha ido la carrera. He estado donde tocaba en cada momento pero Alistair fue más fuerte en los últimos kilómetros. He estado a mi mejor nivel y conseguir una medalla olímpica es muy bonito", explicó Gómez Noya. "Sabía que Jonathan tenía que parar por una sanción por lo que me concentré en luchar con Alistair. Pero el oro estaba muy caro y, aunque me ha sacado menos que en otras pruebas, ha estado por encima de mí. Es justo vencedor", añadió el ferrolano que, sin embargo, advirtió que nadie es imbatible y la diferencia entre ambos es poca.

"Desde el 2005 que era mi gran objetivo. En Pekín estuve muy cerca. Di el máximo pero tuve ciertos problemas y finalmente quedé cuarto. Ahora ya ha caído aunque no es una revancha de 2008 sino un paso más en mi carrera", explicó el triatleta, campeón de Europa y del mundo de la disciplina en diferentes ocasiones. Tras este éxito, Gómez Noya ya fija su vista en bañarse de oro en Río de Janeiro donde aseguró que no quiere estar por estar sino por estar con los de delante.

La medalla de plata de Gómez Noya supuso la cuarta para el deporte español en Londres que, justo unos minutos después, conseguía el primer oro de la mano de la regatista Marina Alabau, que se hizo con la primera posición en la clase RS:X. "Estar en el podio olímpico es muy complicado. Evidentemente no nos podemos comparar con Estados Unidos o China pero tampoco con Francia o Alemania, no tiene nada que ver. Ojalá sacáramos más medallas pero no se pueden pedir peras al olmo", explicó. Noya también atribuyó la falta de resultados al poco interés social que despiertan la mayoría de deportes olímpicos y deseó que su medalla sirva para aumentar el apoyo y la práctica del triatlón. "España tiene una serie de prioridades en cuanto a deportes. Lógicamente es más difícil conseguir medallas si se apoya tan poco a los deportes olímpicos y sólo se acuerdan de nosotros cada cuatro años. No es sólo cuestión de becas, sino también es un factor social", explicó Noya, luciendo su ansiada medalla en el cuello.  

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