La percepción negativa bate el récord desde que comenzó la crisis y crece hasta un 91,4% entre los jóvenes de 18 a 24 años. Los votantes del PSOE abandonan el positivismo y son un 75% los que consideran mala la situación.

En los últimos meses las encuestas indican que se acentúa el cansancio de los andaluces con los gobiernos socialistas. El desánimo parece haberse instaurado en las propias filas del PSOE.

El PSOE recupera dos puntos respecto a su proyección en las autonómicas, pero aun así la diferencia es de 12. Izquierda Unida, con un 7,3% en intención de voto, puede volver a alcanzar algún diputado en la comunidad.

Un 33,7% de los sondeados que votaron a los socialistas mantienen un absoluto convencimiento en el cambio. El 70% del total se muestra de acuerdo con cambiar a los 30 años.

Un 11% de los consultados apuestan de modo espontáneo por un gobierno de concentración, una opción nunca citada antes en otros barómetros. El hipotético Ejecutivo conjunto entre PSOE e IU sigue perdiendo fuerza.

Por primera vez, la labor del Ejecutivo baja al nivel de sus contrincantes. El descenso de valoración socialista también se debe a la opinión de sus votantes.

Griñán sigue siendo el más valorado, pero sólo dos décimas más que Arenas. Los votantes populares dan mejor nota a su líder que los socialistas al suyo.

Los populares alcanzan un apoyo del 49,4%, una cifra que valdría para la mayoría absoluta. El voto tradicional socialista comienza a dispersarse entre la abstención y otros partidos. Izquierda Unida se consolida con una estimación mayor al 8% desde el año pasado.