Bienal de flamenco

Una Frida "flamenca y gitana"

  • Amador Rojas encarna las mil caras de la pintora mexicana en el montaje de baile teatralizado 'Kahlo Caló' · El espectáculo es apto para ciegos gracias a las músicas descriptivas y el texto en braille

Frida Kahlo fue, para sus seguidores, muchas mujeres en una: ama de casa sumisa, mexicana rebelde, pintora y amante. Pero en Kahlo Caló la Compañía Amador Rojas presenta una Frida "flamenca y gitana" como no se había visto antes. Después de mucho tiempo rodando por los escenarios, este montaje teatralizado -que incluso tiene un actor, Alejandro Peña, para narrar el punto de vista de Diego Rivera- llega hoy a las 21:00 al Teatro Lope de Vega.

Sin embargo, como dice la creadora de este espectáculo, Pepa Caballero, aunque sea un trabajo colectivo, se sustenta sobre el personaje principal, Frida Kahlo, interpretado por Amador Rojas. "Amador combina la dureza de ser hombre con la delicadeza de ser un genio del baile", asegura Caballero, que no dudó en elegirlo aunque se tratara de un papel femenino, ya que estaba convencida de que una bailaora de éxito habría anulado el personaje. "Yo no veo sexo cuando bailo -corrobora Amador-, porque trabajo desde la espiritualidad".

El cuerpo de baile y los músicos, así como una escenografía muy cuidada, inspirada en los cuadros de Frida, transportan a los espectadores a través de la vida de la pintora. Seis capítulos distribuidos por etapas que van desde la infancia hasta la muerte, pasando por el terrible accidente que marcó su existencia.

Este montaje es un canto a la superación de barreras, a la "positividad", y supone la primera obra de danza flamenca para ciegos y videntes escrita en braille. "No sabía la cantidad de palabras que hay que usar para transmitir un silencio", asegura Pepa Caballero. También la música se compuso pensando específicamente en las personas que no ven, por eso se optó por unas creaciones descriptivas y sutiles, adaptadas a cada una de las etapas de la vida de la pintora. "Se trata de una serie de pequeñas zarzuelas que hacen el gran collage que es Frida -explica Agustín Diassera, uno de los compositores-, unas piezas que van desde las alegrías y seguiriyas a un estándar de jazz para reflejar un aborto".

Aunque no es la primera vez que un hombre hace un papel de mujer en el mundo flamenco, nunca antes se había hecho con el peso social de representar a Frida Kahlo. La historia cuenta la vida de la protagonista a través de sus escritos y sus cuadros, la trayectoria de una mujer enferma que acaba en una silla de ruedas. "Eso es una frustración para cualquier bailaor", comenta Pepa Caballero, quien señala que es aún más complicado para alguien tan enérgico y "anárquico" como Amador. Conseguir que se adaptara a las limitaciones de la coreografía y del personaje fue un trabajo compartido entre el director artístico, Rafael Estévez, la directora escénica, Sylvie Nis, y Milagros Mengíbar, que se enfrentó a la dura tarea de enseñarle a manejar la bata de cola.

El bailarín preparó el personaje a través de las obras de Frida, observándose en espejo e indagando en la biografía de la pintora hasta que encontró aspectos en común con ella. Se presenta en el espectáculo como artista y no como hombre, con la esperanza de hacer avanzar "las mentes retrógradas". "El flamenco no es sólo un traje de lunares y una peineta -explica-. El flamenco es quien hace el flamenco, no lo que hace. Yo no tengo que expresar que hago flamenco porque ya lo soy".

Éste es el primer espectáculo que Amador Rojas presenta como protagonista en la Bienal de Flamenco. "Hay poca gente que me haya visto bailar, porque no me han dado la oportunidad", comenta, muy contento de poder actuar por fin en su tierra.

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