Cultura

"Ressendi retaba mientras otros pintores se dedicaban a complacer"

  • Manolo Sanlúcar vuelve a los escenarios para reivindicar la obra del artista sevillano, figura en torno a la que gira el programa que interpretará esta noche

Para Manolo Sanlúcar, el espectáculo Baldomero Ressendi. La voz del color, que interpretará esta noche en el Teatro Lope de Vega, no es "un espectáculo más", sino un homenaje que, a través de la música, le profesa a la obra pictórica del sevillano que da nombre al programa del concierto, Baldomero Romero Ressendi.

Lo que Sanlúcar define como un "concierto para dos guitarras y percusiones" se convierte en el escenario en una obra artística completa e interdisciplinar, ya que, como explicó ayer el director de la Bienal, "vamos a ver en escena al artista, la obra y el motivo que la inspiró". Dos genios unidos: a los casi 51 años a la guitarra de Sanlúcar se suma la pintura de Romero Ressendi.

"Hemos trabajado para que el sentimiento artístico, cuando aparezca, no tenga trabas, no haya dudas", explica el guitarrista y compositor, quien ha elaborado minuciosamente cada una de las piezas que se ejecutarán esta noche en el Lope de Vega. Admite que ha elegido los nueve cuadros del pintor sevillano "casi al azar", y confiesa que Ressendi produjo en él "una motivación muy especial" a la hora de componer. "Ressendi amaba Andalucía, amaba su cultura y amaba su música", explica el sanluqueño, quien destacó que "mientras otros pintores se dedicaban a complacer, él se dedicaba a retar".

Para La voz del color -cromatismo que él relaciona también con la Sevilla de Velázquez y Valdés Leal- Sanlúcar se rodea de un elenco de artistas entre los que destaca David Carmona, al que llama "mi heredero", Carmen Grilo y David Pino al cante, los percusionistas Agustín Diassera y Tete Peña, y los coros de Sandra Carrasco y Macarena de la Torre, a las que ha definido como "mucho más que los coros".

Las obras creadas para el concierto son espejos en los que se miran los cuadros de Ressendi. La danza de los pavos, la primera pieza del programa, son unas bulerías inspiradas en el colorista lienzo del baile de Ressendi. Para Los condenados, parte de un tríptico pictórico habitado por cuerpos retorcidos y monstruos goyescos, Sanlúcar ha compuesto unos tangos, y para La piedad más clásica del pintor ha creado una soleá cantada directamente a la Virgen.

"Mi realidad actual es la búsqueda de un mundo que ha de hacernos crecer desde el intelecto, además de crecer desde el corazón", ha explicado Sanlúcar, recordando a todos los artistas flamencos que esta cultura "no está documentada ni está en los conservatorios como lo está el jazz, pero es grande como la que más". Por ello, el guitarrista reivindica el papel de los flamencos como "músicos" y no como una "tribu" que interpreta un ritual ancestral.

Respecto al homenaje que recibió este consagrado guitarrista y Premio Nacional de Música el pasado 10 de septiembre en la gala inaugural de la Bienal de Flamenco, Manolo Sanlúcar manifestó su emoción por "todo lo que sucedió" esa noche. "Haré una carta de agradecimiento a esta Sevilla a la que tanto quiero y de la que tanto me alimento".

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