Bienal de Flamenco

¡Viva París!

De flamencas. Producción, dirección, coreografía y baile: Marco Flores. Baile: Guadalupe Torres, Lidón Patiño, Vanesa Vento. Cante: Mercedes Cortés, Fabiola Pérez. Guitarra: Antonia Jiménez, Bettina Flater. Lugar: Teatro Lope de Vega. Fecha: jueves, 13 de septiembre. Aforo: Casi lleno.

Pasión por el ruido. Si el baile flamenco fuera cuestión de zapatazos, esta compañía, este bailaor, sería el número uno. No se trata de un baile de tierra, de pies, no obstante, sino de cabeza erguida. De pisar, sí, pero con la punta del pie. Las flamencas de Marco Flores son mujeres de ceño fruncido, mirada dura y luto riguroso. Son mujeres de axila musculada y cadera rígida y estéril: tan sólo Guadalupe Torres en los tangos, como es pertinente, evocó el origen caribeño y negro de esta danza. Los hombres, amanerados y escasamente alimentados. Flores baila por gusto, por pasárselo bien, y de esa manera se lo hace pasar bien a sus seguidores. Es un espectáculo fresco, sin profundidad, amable. Me divirtieron más los pasajes de grupo que el estilo personal de Flores en las alegrías, donde echó mano de todos los recursos tradicionalmente asociados, en este género, al baile femenino. El movimiento de caderas estuvo en este espectáculo reservado al hombre. Fueron por tanto los pasajes colectivos lo que más me gustó de la noche, junto a los fandangos de Vento.

Pasión por el ruido, frenesí. Lo difícil es pararse, ya lo saben. Escuchar el cante. Un despliegue técnico portentoso, de eso no cabe duda: son cosas de bailaores para bailaores. Al común de los aficionados lo que nos interesa es lo que se esconde detrás de la técnica. Lo de la técnica ya lo contó Lorca en relación a la Niña de los Peines, a la que en una reunión en la que estaba cantando con toda la perfección alquien le espetó aquello de "¡Viva París!"

El espectáculo mantiene todo el tiempo un mismo aroma, un mismo estado de ánimo, un discurso similar. Y cuando pretende un cambio, como en la soleá, no logra su objetivo. De Flamencas se presentó en la primavera pasada en nuestra ciudad, en los Jueves Flamencos de Cajasol, y ahora la Bienal y Marco Flores nos lo ofrecen ampliado en su elenco y sus intenciones. Por cierto que es la primera vez en lo que llevamos de festival que el repertorio aparece en el programa de mano, cosa que me hicieron notar dos espectadores neófitos en esto de lo jondo, agradecidos por el detalle.

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