Aprovechar los nichos de mercado con expectativas de crecer en demanda es una opción recomendable para emprender. Uno de los sectores que presentan un mercado creciente es el de la atención y cuidados de las personas mayores, derivado -grosso modo- de la inversión de la pirámide de población y las políticas de protección social, como la Ley de Dependencia. Se calcula que hay más de tres millones de personas dependientes en España, a las que hay que sumar las que, simplemente, necesitan ayuda, compañía o atención básica.

Esta foto parece un buen punto de partida para Manuel García Requejo, un emprendedor gaditano de 35 años que, hace sólo cuatro meses, se lanzó al mundo empresarial fundando "Cuídame", orientada a la ayuda en domicilio para personas mayores y el cuidado de niños.

"Siempre tuve la idea de crear mi propia empresa -comenta Manuel- y una experiencia personal me hizo ver que el mercado del cuidado de personas mayores está muy demandado y podía orientarme seriamente a una empresa de servicios dirigida a este sector".

"Cuídame" presta sus servicios las 24 horas del día mediante una variada gama de figuras de atención: apoyo para personas con dependencia física o psíquica, compañía; paseos, visitas médicas o actos sociales; higiene personal; limpieza del hogar; peluquería; fisioterapia; psicología; logopedia e, incluso, asesoramiento jurídico (testamentos, tutelas). El porfolio se amplía con atención a niños, desde el tradicional servicio de canguros hasta la organización de fiestas.

Una de las claves de Manuel García para el éxito a corto y medio plazo es "contar con buenos profesionales, comprometidos y serios y, además, dispuestos a prestar un servicio de forma agradable y cariñosa. Junto al factor humano, nos diferenciamos de nuestra competencia en el amplio abanico de servicios que prestamos a domicilio", explica nuestro emprendedor, formado en Gestión Administrativa en el IES "Bahía de Cádiz".

Con su proyecto, Manuel pretende, además de autonomía en el ámbito laboral y económico, dar salida a la vocación que siente por ayudar a las personas, "por lo que ahora logro compaginar ambos objetivos", comenta ilusionado desde su "base de operaciones", un módulo del centro de empresas que el Ayuntamiento de Cádiz tiene en el edificio Ma'arifa.  "Los emprendedores que me rodean me han ayudado mucho a entender el mundo empresarial; hay compañeros que te apoyan de manera desinteresada y te aconsejan en las lagunas que van surgiendo. Todo es posible si eres un verdadero emprendedor. Creo que, independientemente del resultado, lo importante es intentarlo. Nada se consigue porque sí, todo es difícil y más en estos tiempos, pero yo creo en mi constancia, compromiso y seriedad", señala cargado de ánimos, y no sin destacar también el apoyo de su mujer.

La principal amenaza actual en este sector es el intrusismo, personas que no son profesionales formados y que tiran los precios. Respecto al papel de la Administración, Manuel cree que se necesita una mayor orientación porque existen muchos vacíos, como el de las ayudas económicas, "que son muy tardías". Nuestro nuevo empresario se ha apoyado mucho en el IFEF (Ayuntamiento de Cádiz) y el CADE, recibiendo el soporte necesario para quién, como él, no sabía gran cosa sobre creación de empresas. Un ejemplo son las técnicas aprendidas para llegar al mercado, publicitándose y llevando a cabo una labor comercial "que empieza a dar sus frutos después de meses de intenso trabajo", apostilla. Manuel ha creado una web, "de momento sencilla", y también cuenta con el factor boca-oído, tan importante para una empresa que genera lazos de interés entre profesionales del bienestar social y los clientes finales.