Crítica 'El espejo de los otros'

'Argentinada' infumable

El espejo de los otros. Drama, Argentina, 2015, 119 min. Dirección y guión: Marcos Carnevale. Fotografía: Horacio Maira. Música: Gipsy Bonafina. Intérpretes: Norma Aleandro, Graciela Borges, Leticia Bredice, Alfredo Casero, Pepe Cibrián, Mauricio Dayub, Julieta Díaz, Luis Machín, Oscar Martínez, Javier de Nevares, Ana María Picchio, Favio Posca. 

Que me perdonen los buenos amigos argentinos, pero lo de esta película es una argentinada insufrible, a saber, acumulación de tópicos, de la clásica verborrea actoral a la citas a Borges, el tango y Piazzolla, en un escenario teatral, nada menos que en el interior de una catedral derruida, que se quiere hiperbólica metáfora de la vida (también de la muerte y el más allá), espacio fantasmal por el que desfilan, en grupos familiares o a pares sentimentales, una serie de personajes para representar sus respectivas funciones entre interludios musicales, recetas de nouvelle cuisine y apartes filosóficos de andar por casa.

Carnevale sigue inmerso en ese tono melifluo y cursi que caracteriza su filmografía (Tocar el cielo, Elsa y Fred, Corazón de león) por más que aquí quiera ponerse sardónico y autoconsciente, lo que redobla aún más si cabe la tendencia a la desmesura y convierte su película en una suerte de versión deluxe de cualquier entrega de First Dates. Y bueno, los actores son de categoría y están ahí dándolo todo, de Óscar Martínez, recientemente premiado en Venecia, a la gran dama Norma Aleandro. Suponemos que también han tenido barra libre.

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