Festival de Cannes 2019

La revancha de John Carpenter

  • El cineasta estadounidense ofrece una clase maestra en el marco del certamen y reconoce estar centrado ahora en su faceta como compositor e intérprete de música electrónica

John Carpenter, antes de recibir el premio Carroza de oro de la Quincena de Realizadores.

John Carpenter, antes de recibir el premio Carroza de oro de la Quincena de Realizadores. / Reuters

Cuando John Carpenter estrenó La cosa, el enigma de otro mundo en 1982, la película recibió una mala crítica detrás de otra. Este miércoles, el estadounidense se presentó en Cannes como un cineasta consagrado, contento de que la proyección de su filme en el festival de cine compense unos reproches que nunca comprendió. "La gente la odió y nunca entendí por qué. Pensé que mostrarlo en Cannes sería una increíble revancha", dijo en una clase maestra cuyo público le ovacionó, de pie, antes incluso de que la sesión comenzara.

Carpenter acudió al certamen francés para recibir la Carroza de Oro, un homenaje del gremio que la sección paralela Quincena de Realizadores otorga a cineastas que han marcado la historia del cine por su independencia, ambición y audacia. Y en su paso por la Croisette, ofreció además ese repaso a su carrera.

Ser director y poder vivir de ello, aseguró a sus 71 años, siempre fue su sueño. Desde Revenge of the colosal beasts, primer corto que filmó, en 1962, acumula cerca de 30 títulos, incluida una saga, Halloween, que contribuyó a alzarle como leyenda del terror.

"Todo lo que me interesa es escuchar gritos. Cuando hice La cosa, el enigma de otro mundo sentí que había una regla tácita en Hollywood en la que si haces una película de horror tienes que poner los monstruos en la oscuridad, que no deben verse directamente, y yo hice lo contrario, me dije que hay que verlos para creer que existen", destacó.

Carpenter prefiere ir por libre: "No encajo en los estudios. Hay un círculo de fiestas en el que nunca estuve cómodo. En mi escuela de cine nos dijeron que teníamos que pelear por nuestra visión. Los estudios no entendían por qué era importante para mí. Es mi película, no la vuestra. Quitad vuestras manos de encima".

El director, autor también de cintas como La niebla o El príncipe de las tinieblas, ha compuesto las bandas sonoras de muchos de sus filmes, pero sostuvo que no le importa delegar cuando es consciente de sus limitaciones: "El principio es encontrar a gente mejor que tú para que den lo mejor a tu película".

Entre esas colaboraciones destaca su mano a mano con Ennio Morricone, que le firmó la música de La cosa, el enigma de otro mundo: "Él no sabía inglés ni yo italiano, así que hablamos en el lenguaje de la música. Me encantó trabajar con él, es un maestro, un compositor majestuoso".

Carpenter admitió que aunque disfruta del proceso de preparar una película, el mejor momento es cuando ya la ha acabado y no tiene que volver a pensar en ella. Y, desde la veteranía, prefirió no juzgar a quienes le han sucedido. El género puede que haya evolucionado, señaló, pero "sigue intentando asustar a la gente. Cada generación rehace el terror en su propio lenguaje".

No obstante, hace años que ha cambiado la claqueta por la música electrónica. "Me enamoré del cine cuando era realmente joven y es un romance para toda la vida, pero ahora tengo otra carrera en la música", concluyó admitiendo que aunque desde pequeño supo que su mundo sería el cine, en el fondo "todo niño quiere ser una estrella del rock".

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