Sabores mediterráneos con toques de otros rincones del mundo. Una cocina atrevida donde platos clásicos se fusionan con pinceladas asiáticas, o con ideas gastronómicas que Marcos Mesa –propietario de La Mediterránea – va cogiendo de sus viajes. Así estas dos pasiones –cocina y turismo– arman el esqueleto de este local ubicado en la zona del parque tecnológico, justo enfrente de la parada Dílar del metro. La Mediterránea Kitchen & CO es de esos lugares en los que el paladar disfruta de sabores de siempre conjugados de un modo diferente. De hecho, se puede tomar un desayuno caliente –tortillas de la casa, huevos–, más parecido a un brunch.  Y también se puede almorzar menú del día de lunes a jueves, con platos muy variopintos –a elegir entre tres primeros y tres segundos–.

El tapeo –casi obligado por estar en Granada– es selecto y brinda la oportunidad de pedir platos para compartir. “Si vienes en grupo o en pareja nuestra cocina está preparada para degustar y probar cosas nuevas”, comenta Mesa que defiende ese concepto de disfrutar de la gastronomía como intercambio de impresiones. En este gastrobar varían la carta dos veces al año, y precisamente estos días han estrenado la de esta temporada.

Para romper el hielo cuatro platos Fresh by La Mediterránea entre los que destaca el Poke bowl de atún con mango y pepino, una propuesta equilibrada, fresca y saludable de un rediseño de un plato – o mejor dicho un bol– llegado desde Hawái, e influenciado por la cocina japonesa.

Entre los clásicos destaca Nuestro pollo quicos con salsa guacha y bbq bourbon, los huevos rotos con patatas, setas y ralladura foie o las croquetas de queso de cabra y confitura de tomate. De la tierra el exótico pollo satay, uno de los aperitivos más famosos de la comida callejera tailandesa fusionado con el concepto mediterráneo del equipo de Marcos Mesa da como resultado un plato en el que cítrico, dulce y salado se mezclan con la original salsa de cacahuete para dar un increíble resultado.

De atún destaca la hamburguesa con mahonesa de rúcula y wasabi; Del mar, el lomo de bacalao La Mediterránea cremosa de patata con ajo y aceite de trufa, gratinado con mahonesa de puerro; para terminar en el apartado de Hamburguesas llama la atención la de carrillada de cerdo con chutney de mango –carrillada a baja temperatura, su chutney de mango e iceberg–.

Como conclusión tras repasar la carta de La Mediterránea es comida exquisita a un precio razonable –los platos oscilan entre 8,50 y 20 euros, el más caro; la media está en 11 euros–. A todo esto se le suma la cerveza, Estrella Damm, Ipa de barril, y en botellín Damm Lemon, Complot, Daura, Malquerida, Free Damm, Voll-Damm, Pabst blue ribbon e Inedit– con la que planean realizar un maridaje con los platos de la carta–.

Además, en La Mediterránea también piensan en esas horas después del trabajo – de 16:00 a 19:00– tienen su oferta ‘After Work’, café y copa “porque una mala tarde la tiene cualquiera”, parafrasea Marcos Mesa a Manolete a modo de spot publicitario.Todo esto se acompaña de un “equipo que va a una” y que atiende al cliente de un modo excepcional desde 2017. El joven emprendedor asegura que su filosofía se basa en “esfuerzo, pasión y método de trabajo”, lo que se traduce en “buen trato al cliente, versatilidad, nos adaptamos al cliente y nuestra carta nos distingue del resto”, asegura Mesa. Además, de un interior muy acogedor el bar cuenta con una terraza abierta toda el año. Ahora es el turno del lector. Pasar a la acción y conocer nuevos sabores de la cocina Mediterránea.