Cómete Granada

El 'Pequeño mundo' en el que conviven tradición y vanguardia

Qué importa que sea un 'pequeño mundo' si tiene grandes habitantes. Eso es seguro lo que se preguntan los que cruzan el umbral del restaurante ubicado frente al antiguo hospital de Traumatología, en la avenida Juan Pablo II. Este lugar, comandado por Ernesto Martín y Francisco Gabriel Cirera, tiene una larga historia a sus espaldas. Sus dueños se hicieron con el mando el pasado 1 de diciembre de 2016 y pese a ser un restaurante recién nacido, parece que lleve en marcha décadas.

Ambos socios trabajaron muchos años en el antiguo negocio, -Francisco Gabriel lleva en la cocina la friolera de 25 años- y cuando vieron la oportunidad de hacer suyo el local donde tanto esfuerzo habían depositado, no se lo pensaron dos veces. Así nació este restaurante.

SugerenciasLas milhojas de lomo asado o la rica merluza onubense.

Su punto fuerte radica en la cocina, aunque es un lugar de reunión que sirve a sus vecinos desde desayunos hasta tapas. Entre estas últimas Ernesto destaca las manitas, la hamburguesa totalmente casera o el pescado frito. También ofrecen una tapa del día que cambia según la temporada y además cuando en cocina preparan su exquisita paella, los clientes también puede tomarla de tapa.

La cocina del Pequeño Mundo, destaca Ernesto, es lo más valioso que pueden ofrecer. Sus especialidades giran en torno a las recetas tradicionales, aunque también "coquetean" con la gastronomía de vanguardia, sobre todo para las cenas de degustación por encargo. Estos menús, más elaborados, son perfectos para grandes celebraciones, reuniones de amigos, aniversarios o cumpleaños.

Dentro de la cocina tradicional, "la misma que hace 30 años", dice Ernesto, tienen como especialidad las milhojas de lomo asado, los churrascos de solomillo con salsa moscatel, la merluza onubense o el exquisito rape al Oporto.

Para abrir boca, el cliente puede encontrar en la carta como entrantes sopa de cebolla, queso manchego, jamón serrano, ensalada maroco, espárragos almirante o cóctel de langostinos. Aunque también hay un espacio para los amantes de la pasta y las tortillas, que pueden elegir entre los huevos a la flamenca, la tortilla campesina, la de gambas, la española o los ricos espagueti carbonara, entre otros.

La cosa se pone seria cuando avanzamos por su carta y llegamos a las carnes y pescados. Del mar, tenemos la merluza a la vasca, el rape al Oporto, el lenguado menier, la rica cazuela de langostinos, o la sabrosa merluza onubense.

Al pasar a la tierra, encontramos el clásico entrecot a la pimienta, a la brasa, el escalope de ternera o las puntas de solomillo al moscatel. Además en el Pequeño Mundo también disponen de menú, que por 9,50 euros, incluye aperitivo, primer plato, segundo, postre y la bebida.

El restaurante

ofrece cenas de degustación de cocina de vanguardia

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