Aromas y sabores

El entorno botánico de las viñas afecta a los aromas de los vinos

  • Los factores ambientales que rodean a un viñedo son muy importantes para que así se llegue a producir productos de calidad. Veamos cómo

El entorno botánico de las viñas afecta a los aromas de los vinos

El entorno botánico de las viñas afecta a los aromas de los vinos / G. H.

Las relaciones de comportamiento existentes entre la vid y el medio ambiente influyen en la calidad de los vinos, ya que las características del medio natural que rodea a una planta son de naturalidad diversa, estableciendo el comportamiento y el conjunto de reacciones de la vid.

En el mundo hay diversas regiones que producen un tipo u otro de vino porque las condiciones naturales que originan su calidad es difícil en una región y prácticamente imposible en otra, por similares que parezcan. Por ello, es imprescindible analizar los factores que tienen más influencia en la viticultura, producción y calidad del vino.

  • El clima. Los elementos meteorológicos de un lugar son uno de los factores ambientales que propician o no el crecimiento de la uva porque para conseguir que los racimos adquieran la perfección y armonía deseable es necesario un clima optimo y que esa producción esté adaptada a un ambiente propicio. El carácter que condiciona el clima se ve reflejado en distintas regiones, por ejemplo, en el norte de Europa la influencia de su clima produce vino de menos graduación alcohólica y con mucha más acidez en comparación con el sur de Europa donde se producen vinos con más graduación alcohólica, de baja acidez y aromas que se exaltan con la crianza.
  • Temperaturas y energía. Los viñedos requieren de luminosidad, ya que una mayor intensidad luminosa favorece la actividad vegetativa y la maduración de las uvas. Por ello, la luz y la temperatura desempeñan un papel determinante en el proceso de fructificación. Una temperatura de 20º a 25º y un tiempo seco favorece la floración, pero por el contrario un tiempo fresco y lluvioso determinan malas condiciones.
  • Precipitaciones. Las lluvias tienen un gran grado de importancia en el desarrollo de la vid porque determinan la cantidad y la calidad del producto, ya que junto con las temperaturas e hídricos del suelo, determina el agua disponible para la planta. Unas lluvias excesivas determinan situaciones negativas en la vid como son el desarrollo de enfermedades, asfixia de las raíces, rotura de bayas en la maduración… Por ello, se considera que cada cepa, a lo largo de su maduración, necesita entre 700 y 1000 libros de agua.

Otros factores como la humedad, el viento o el granizo pueden causar un daño irreparable en la estructura de la vid y sobre todo cuanto más se acerca al periodo de maduración de la uva.

Todo esto es conocido casi desde el comienzo de la viticultura, pero ahora, un estudio impulsado por el departamento de Acción Climática de la Generalitat, con el clúster vitivinícola INNOVI y cinco bodegas catalanas con denominación de origen concluye que el paisaje botánico del entorno de las viñas influencia los aromas de sus vinos, según un estudio impulsado por el departamento de Acción Climática de la Generalitat, con el clúster vitivinícola INNOVI y cinco bodegas catalanas con denominación de origen, según informa Efe.

Este estudio ha confirmado algo que muchos ya sospechaban: que el paisaje botánico del entorno de las viñas influencia los aromas de sus vinos. Según han expresado las entidades asociadas al estudio, aunque es sabido que las características de un vino vienen dadas por factores como la variedad de uva, el terreno o el microclima, la influencia del entorno sobre las características del vino son aún "poco conocidas", lo que abre nuevas posibilidades de estudio que permiten denominar el entorno como "un factor más de calidad" y un "valor añadido para las bodegas".

"Con un mejor conocimiento de las plantas aromáticas y los aromas que tiene el vino se podrá profundizar en la singularización de los vinos de las bodegas y aumentar su competitividad", ha señalado la directora general del Instituto Catalán de la Viña y el Vino (INCAVI), Alba Balcells.

El estudio, iniciado en septiembre de 2019 con el objetivo de "estudiar si existe una relación clara entre la biodiversidad de las viñas y los vinos elaborados", ha estudiado 168 plantas presentes en las parcelas de las cinco bodegas participantes, que se ha puesto en relación con los resultados de un análisis sensorial de los vinos elaborados de estas viñas entre los años 2020 y 2021.

El estudio también incide en el aspecto ambiental, en la "posibilidad de restaurar, preservar y mejorar la biodiversidad al promover el conocimiento de las plantas del entorno de las viñas".

"Incorporar un aspecto diferencial de sostenibilidad y autenticidad en los productos por el hecho de conservar plantas autóctonas de la zona vitivinícola es algo que los consumidores pueden apreciar y dotan de valor añadido a nuestros vinos".

Todo esto quiere decir que las plantas que rodean un viñedo podrían inferir características aromáticas al fruto de este que, al ser vinificado, pasaría al propio vino. Algo que, sin duda, merece mucha más investigación en todas las zonas de España.

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