Cómics

Fundido en negro

  • Todos esperábamos con expectación la nueva obra como autor completo de David Rubín, que está a punto de llegar a las librerías

Ilustración de portada.

Ilustración de portada.

La vida del protagonista de esta historia y la trayectoria de un letal meteorito van de la mano. Sin que Alexander Yorba lo sospeche, desde su nacimiento vamos a ver como la enorme roca recorre el espacio, dirigiéndose hacia él, hacia nuestro planeta.

Yorba lo tiene todo, el reconocimiento mundial por su trabajo como arquitecto. Una mujer e hija que le adoran. Y, debido al peligro que acecha, se ha convertido en un posible salvador, ya que ha creado un plan B, una posible huida si el planeta es finalmente alcanzado por la roca que avanza entre las estrellas.

Pero a diferencia de una de las sólidas construcciones que diseña como arquitecto y le han dado el éxito, el entramado que es su propia vida puede desmoronarse en cualquier momento, ya que sea levantado a base de mentiras, droga y amantes.

Viajamos a un posible futuro, donde la tecnología ha llegado hasta unos límites insospechados, pero totalmente creíbles, haciendo que la vida de los habitantes de la Tierra sea lo más parecido a un anuncio de la televisión, ya que se encuentran atrapados en un tapiz en el que los logos de esas empresas que rigen sus vidas parpadean sin cesar.

Pero hay algo contra lo que los avances, en este caso, médicos, ha podido hacer aún nada. Y es la enfermedad de la que diagnostican al protagonista. Un inoperable cáncer que ya ha vencido la partida.

Con la vida rota en mil pedazos por esta noticia y el descubrimiento que su mujer hace de las infidelidades que ha ido cometiendo a lo largo de los años, Alexander Yorba inicia el que será su último viaje, trasladándose a lo largo y ancho del planeta, a diferentes localizaciones, donde se reencuentra con otra de las féminas de su vida, amigas, amantes.

Y mientras, la esperanza flota en el ambiente, ya que una nave espacial se dirige hacia el colosal pedrusco para evitar su, parece, inevitable choque.

Pero esta es una historia sin esperanza, que nos muestra a un autor, David Rubín, pleno de facultades, que construye una absorbente trama sobre la mentira que ha sido la existencia de un personaje con el que probablemente nos cueste empatizar, y que se va a ir convirtiendo en una sombra de aquel famoso y exitoso arquitecto, imagen que ha quedado para siempre en una foto rota, que recogió una falsa felicidad.

No hay final feliz para este mundo que nos estamos cargando a marchas forzadas, en el que cada vez que ves un noticiario se te ponen los pelos de punta, ya sea por la crueldad de un conflicto bélico inimaginable en estos tiempos, una pandemia que nadie esperaba, o cómo la naturaleza nos está mostrando su cara más cruel, resultado de este inevitable cambio climático que muchos niegan o ignoran.

Tenemos lo que nos merecemos. Y Yorba también, ya que en su largo peregrinar por distintas localizaciones pretenderá obtener el perdón, la redención. Pero al igual que para la humanidad, él también ha llegado tarde y tan solo contemplará, transformado por la galopante enfermedad en un muerto en vida, ese “fuego” que da título a este cómic, y que va a consumir todo lo que queda del pasado de Alexander.

David Rubín repite con un gran formato, muy adecuado para esta inmersión en un mundo futuro, en el que las inmortales obras de arte han sido mancilladas por el imparable marketing. Con unos colores que queman, flamígeros, y una narración gráfica que no da descanso y te obliga a ir pasando las páginas, ansioso de conocer si finalmente, ese meteorito y Alexander Yorba completarán su viaje, encontrándose el uno con el otro…

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