Cómics

Lo importante es el viaje

  • Salvar civilizaciones extraterrestres, luchar contra colosales villanos y, además, vivir el cotidiano día a día…

Ilustración de portada.

Ilustración de portada.

Estamos acostumbrados a que Ben Grimm, más conocido por todos como La Cosa (me ahorraré el calificativo adorable) se bata el cobre, habitualmente, junto a su trío de compañeros-familia, Reed, Sue y Johnny.

Él siempre es ese contrapunto humorístico, diana en la que clavar las pullas del bromista Storm, que casi siempre acaba corriendo, perseguido por el gigante naranja. O bien, le vemos, oculto bajo un sombrero y gabardina, siendo acosado una y otra vez por esos invisibles golfos que habitan la calle Yancy.

Pero, ¿Qué ocurre cuando después de una buena jornada de pesca, Ben regresa al edificio Baxter y se encuentra que el resto de componentes del cuarteto no están? La sonrisa se borra se sus labios, y vemos el verdadero rostro de este hombre que se transformó en un ser de piedra, al que casi todo el mundo trata con algo de miedo y que tan solo puede ser él mismo cuando está junto a su amada, la escultora invidente Alicia Masters.

Y ahora viene otro 'pero'… Ya que Alicia se enfada bastante cuando los celos de Ben hacen su aparición, ya que está empezando a conocer a un tipo, un tal Alejandro Vázquez, que desde el primer momento se le atraganta a Grimm, lo que va a desembocar en una situación de lo más incómoda.

Mientras todo esto ocurre, alguien va a recibir una inesperada visita, en la que lo más preciado le será arrebatado, y que va a convertirse en una peligrosa amenaza para el protagonista de este cómic que, visto lo visto, con el corazón algo más vapuleado de lo normal, se dejará tentar por una pizpereta duendecilla que le propone conocer a la mujer de sus sueños.

Y a veces estos se hacen realidad, ya que en un abrir y cerrar de ojos, un boquiabierto Ben se va a encontrar junto a Amaryllis Dejure y un chaval de la calle llamado Billy, junto a los que va a vivir la aventura más loca de su existencia.

Sin ton ni son, La Cosa va a ser atacado sin piedad por el tipo que, transformado, tuvo la visita de la escalofriante Mot. Pero éste solo el principio de una montaña rusa de emociones en la que el trío protagonista se verá las caras con el que fue heraldo de la entidad más comilona del universo; descubrirá que bajo la ciudad de New York existe otra, mucho más antigua y poblada; y tras pasar una apasionada noche junto a su bella acompañante, se verá las caras con un tipo de lo más poderoso, el invencible Campeón del Universo…

Más vale que cojáis aliento, porque lo anteriormente narrado es tan solo la cúspide de una peripecia única, en la que La Cosa se verá metida sin saber el por qué, y de la que tan solo podrá salir ayudado por sus puños.

Walter Mosley, aclamado autor de novela negra, podía haber tomado el camino fácil, y meter a La Cosa en un argumento de thriller, terreno que tan bien conoce el escritor. Pero no, prefirió homenajear a esas antiguas aventuras que de niño disfrutaba, en las que los peligros surgían por doquier, de una manera algo alocada.

Junto a él, realizando un espectacular labor gráfica, el joven artista Tom Reilly (Morbius Bond of blood, Thor, Inmortal Hulk…), que nos regala unas páginas para las que el calificativo espectacular se queda muy corto, y que vienen a confirmar, por si ya no estaba claro, su gran talento.

Abrochaos los cinturones, porque al pobre Ben Grimm, en este cómic tan peculiar, le van a pasar muchas cosas, un buen puñado.

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