Cómics

Los lazos que unen

  • Bienvenidos a Royal City, una ciudad industrial en decadencia donde se desarrolla la historia de una familia, los Pike.

Detalle de la portada con la familia Pike.

Detalle de la portada con la familia Pike.

Me sorprende sobremanera la capacidad, casi sobrehumana, de Jeff Lemire, guionista canadiense del que en los últimos tiempos hemos podido saborear, y disfrutar, varias series y miniseries en nuestro país, siempre la mano de Astiberri.

Su capacidad de trabajo parece no tener límite: Black Hammer; Plutona; Un tipo duro; Descender, Sherlock Frankenstein, Gideon Falls… No hay género que se le resista, criminal, superhéroes, ciencia ficción, terror. Siempre aportando su ingeniosa mirada, y ofreciendo una vuelta de tuerca que nos hace estar completamente pegados a las páginas de sus cómics.

Pues bien, como ya hizo con Sweet Tooth o Essex Country, entre otras, Lemire sujeta él solo las riendas de este nuevo cómic, ocupándose también de la parte gráfica, con un estilo completamente identificable.

Nos lleva a Royal City, una ciudad que seguro que os suena, aunque ésta realmente sea ficticia. Durante años, sus habitantes han comido y vivido gracias a las industrias locales, pero los tiempos están cambiando, para mal, y esta urbe es un pálido reflejo de lo que fue.

Allí viven los Pike, una familia formada por el matrimonio de Peter y Patty, una pareja que se soporta pese al dolor insondable que existe entre ellos, una llaga que nunca termina de curar y que hace que Peter se esconda entre su colección de radios antiguas.

Será precisamente en uno de estos momentos de crisis en los que el anciano sufra un ictus, que será el verdadero motor de arranque de la historia, en la que vamos a conocer al resto de la familia: Pat, que hace años escapó de los barrotes invisibles de este lugar que le asfixiaban. Tuvo la 'excusa' perfecta para ello. Escritor famoso, vive en un pozo de inactividad, atrapado en un bloqueo creativo y sentimental, ya que su matrimonio con una actriz de cine pende de un hilo.

Tara, que pretende cambiar el perfil de la ciudad, atrayéndola hacia el turismo, con el consecuente cierre de las últimas factorías, de las que su marido es encargado y con el que se va a iniciar una lucha que tensará las cosas hasta el límite.

Richie es la oveja negra de la familia. Alcohólico, drogadicto, le debe bastante dinero a unos tipos muy peligrosos que le han puesto precio a su cuello si no hay un pago inmediato…

Y finalmente, una presencia, las diferentes caras de una misma persona que ya no está y que es el único nexo que parece unir realmente a los Pike. Tommy, el hermano pequeño, el chaval, el jovenzuelo, el sacerdote y el compañero de correrías. Diferentes caras de un miembro de la familia cuya desaparición destrozó a sus padres y hermanos.

En este primer volumen, titulado Familia directa vamos a sumergirnos de cabeza en sus vidas, rotas y grises, sus secretos, sus pesadillas, en un relato que nos lleva a lo cotidiano visto desde el singular ángulo de un autor tan genial como es el canadiense Jeff Lemire.

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