Cómics

Éstos son mis principios, y si no le gustan, tengo otros

  • 'Grouñidos en el desierto' (1979), de Ventura & Nieto, fue una historieta publicada en la revista El Jueves que contaba las aventuras de Julius, personaje basado físicamente en Groucho Marx

Detalle de la portada de 'Grouñidos en el desierto'.

Detalle de la portada de 'Grouñidos en el desierto'.

Una leyenda urbana atribuye a Groucho Marx la frase "Éstos son mis principios, y si no le gustan, tengo otros". En realidad, apareció en un periódico de Nueva Zelanda en 1873, en la forma "Éstos son mis principios, pero si no les gustan, yo los cambio". La atribución de la cita a Groucho se publicó por primera vez en el Legal Times en 1983, algunos años después de su fallecimiento. En cualquier caso, con esta fórmula se describe al político que acomoda su discurso, para decir lo que el público quiere oír.

Groucho Marx y sus pensamientos fueron tan influyentes, que llegaron incluso a la Transición Española: ciertos sectores mostraban desencanto con lo que había aportado la izquierda a todo este proceso de cambios. Muchos progresistas del momento empezaron a bromear comentando que ellos eran marxistas, pero de la tendencia de Groucho.El cuarto de los seis hermanos Marx, con sus libros Groucho y yo y Memorias de un amante sarnoso, había calado fuerte entre sus lectores con su filosofía, humor e ironía. En este contexto, Enrique Ventura y Miguel Ángel Nieto (que eran primos hermanos entre sí) crearon una serie de historietas, titulada Grouñidos en el desierto, en la que el protagonista se llamaba Julius, y su aspecto era el que tenía el actor en sus famosas películas de los años 30 y 40.

Aunque el protagonista de la serie era, a todas luces, un alter ego en el mundo de la historieta de Groucho Marx que, sin oficio ni beneficio, viaja por este mundo y por otros viviendo situaciones surrealistas, los dos historietistas jamás aclararon si se trataba o no de Groucho, pero es obvio que esto es así, sobre todo si tenemos en cuenta que el nombre real del actor que hacía el papel de Groucho Marx no era otro que Julius Henry Marx.

Miguel Ángel Nieto nació en 1947, y Enrique Ventura lo había hecho en el año anterior. Su relación fue siempre muy estrecha. Tanto es así que, al mismo tiempo, dejaron los estudios universitarios: Nieto, iba para médico y Ventura iba para arquitecto. Ambos pretendían dedicarse a la publicidad, pero muy pronto se lanzaron a la creación de sus propias historietas, con Nieto como guionista y Ventura como dibujante.

Los dos autores colaboraron durante 25 años en esta serie, hasta la prematura muerte del guionista, Miguel Ángel Nieto, en 1995. Ventura siguió la serie en solitario, que todavía se publica en El Jueves. A partir de 2013 hasta 2016, el guionista fue el bisnieto de Ventura, Ion Arretxe, fallecido prematuramente en 2017, que firmaba precisamente con el seudónimo de Bisnieto.

Grouñidos en el desierto se convirtió, tras la desaparición de Martínez el Facha en 2015, en la serie más antigua de El Jueves. En 2016, Dolmen Editorial publica un recopilatorio del primer año de la serie creada por Ventura y Nieto, y protagonizada por Julius, aunque sea conocido popularmente como Groucho. Muchas de estas páginas no han sido reeditadas desde su publicación original en la revista.

La serie debutó en El Jueves nº 85 (enero de 1979), y se ha mantenido desde entonces sin interrupción, salvo unas semanas de 1983, en las que Grouñidos en el desierto fue sustituida por Harponazos, de los mismos autores, pero protagonizada por Harpo Marx. El éxito de su larga duración reside en su humor atemporal, absurdo, lúcido, fresco y surrealista, que no evita momentos poéticos, con situaciones ingeniosas y con un nivel gráfico siempre muy alto.

Grouñidos en el desierto suele disponer de una o dos páginas en cada número de El Jueves, y cada página está normalmente dividida en unas nueve viñetas sobre fondo negro. El protagonista ejerce normalmente de ligón, cortejando a todas las chicas que se encuentra. La dialéctica del personaje es fundamental en el guion, y no hay limitaciones en el uso de un humor surrealista. Julius puede entrar perfectamente en el mundo de la fantasía, de los sueños o incluso interactuar con sus creadores, siempre mostrando una gran ironía y un humor inteligente. Algunas historietas muestran al personaje en relatos visuales o dialécticos cercanos al mundo poético. Grouñidos en el desierto se ha convertido en una serie entrañable para la mayoría de los lectores de El Jueves.

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