Estilo de vida saludable

Los cuatro pilares de una alimentación sana durante el confinamiento

Alimentación sana durante el confinamiento.

Alimentación sana durante el confinamiento.

En los primeros días de confinamiento, vimos como las estanterías de los supermercados de las zonas de pastas, ultraprocesados y carbohidratos (pastas, arroz, etc.) quedaban arrasadas por consumidores ávidos de comida 'fácil'. Aunque, en el caso de los carbohidratos, son también necesarios en su justa medida en una dieta equilibrada, el experto en Nutrición y autor del libro “Cambia lo que comes y cambiarás el mundo”, Niklas Gustafson, alerta del consumo excesivo de este tipo de alimentos e indica cuáles sí que debemos consumir en el periodo de cuarentena.

"Sigue habiendo mucha gente que asocia la dieta sana con un bajo consumo de grasa"

Los hidratos de carbono, pese a su buena fama como ‘generadores de energía’ y su versatilidad en la cocina, y pese a que son adorados por niños y mayores (especialmente los refinados como la pasta, el pan o muchos ultraprocesados) no son nada buenos para nosotros porque, a juicio del experto, “en primer lugar, la glucosa en que se transforman provoca picos de energía. Además, la caída de ese pico provoca ansiedad y más ganas de comer. Y, por último, se acaba generando un ciclo adictivo interminable que es difícil de romper y que, además, no nos aporta ningún beneficio”.

Esta tendencia sustentada en el tiempo nos puede llevar a sufrir graves enfermedades como diabetes, obesidad o problemas de corazón.

Una dieta sana afecta a nuestra energía. /unsplash Una dieta sana afecta a nuestra energía. /unsplash

Una dieta sana afecta a nuestra energía. /unsplash

En su opinión, "me llama mucho la atención y me entristece especialmente ver la cantidad de ultraprocesados, de azúcares y de hidratos de carbono que se están consumiendo en muchas casas estos días. Creo que hay un gran desconocimiento de lo poco saludables que son. Por otro lado, sigue habiendo mucha gente que asocia la dieta sana con un bajo consumo de grasa, cuando esa debería ser la principal fuente de energía para nuestro cuerpo: es más sana, más duradera y, sin embargo, tiene mala prensa”. 

Para Gustafson los cuatro pilares de una alimentación sana -y debemos mantenerlos durante estos días de confinamiento- son: nada de ultraprocesados, evitar los carbohidratos, nada de azúcares, y sí a las grasas.

Lamentablemente, basamos mucho nuestra dieta en ultraprocesados y parece que estos días más. De entrada, representan el 80% de los productos que nos encontramos en el lineal del supermercado. Además, es cierto que los múltiples procesos químicos por los que pasan hacen que aumente su durabilidad y abaraten costes. Son momentos difíciles y muchas familias intentan ahorrar al máximo. "Hay que tener presente que recortar en la cesta de la compra puede salirnos muy caro a la larga: lo podemos pagar con nuestra salud", apunta el experto.

Recortar en la cesta de la compra puede salirnos muy caro a la larga: lo podemos pagar con nuestra salud

Los siguientes “indeseables” del confinamiento son los carbohidratos. Están presentes, entre otros, en los cereales, el pan, las patatas, el arroz, la pasta, etc. y se han consolidado como base de nuestra alimentación, "pero los seres humanos no estamos preparados para consumir tantos hidratos", apunta el experto en un estilo de vida saludable. Cada vez más estudios demuestran que una dieta alta en carbohidratos, como la que llevamos desde hace 50 años, es una de las responsables de la epidemia de sobrepeso y obesidad, las enfermedades cardiovasculares y otras como la diabetes tipo II e incluso el alzheimer. "Ojo con que, por la comodidad de almacenarlos más fácilmente en la despensa, estemos abusando de alimentos como los cereales -arroz incluido- y sus derivados, legumbres y tubérculos como la patata. Si en condiciones normales no deberíamos consumirlos, en una época como esta en la que no podemos salir a “quemar” esas calorías, menos aún", recomienda Gustafson. 

Grasas sí, pero buenas. Unsplash Grasas sí, pero buenas. Unsplash

Grasas sí, pero buenas. Unsplash

Hay otra costumbre que se ha extendido durante el confinamiento que es practicar la repostería pero centrada en el azúcar. "Tampoco somos conscientes de lo perjudicial que es para nuestra salud. Su consumo ha ido creciendo exponencialmente en los últimos 60 años y, a día de hoy, la empleamos de una forma totalmente abusiva que resulta muy perjudicial para la salud. De media, en España se consumen 34 kilos de azúcar por persona al año, que es una barbaridad. No sé qué cifra obtendríamos del consumo de azúcar durante la cuarentena, pero seguramente en muchas casas sería alarmante. Hay que tener en cuenta, además, que el azúcar se encuentra también oculto en otros productos que se consumen diariamente con más de 60 nombres diferentes (glucosa, fructosa, dextrina…). La idea de cocinar en familia es perfecta y los desayunos y meriendas son muy buena opción. Pero hay opciones saludables y no es necesario utilizar el azúcar", explica. 

Una dieta sana afecta a nuestra energía, a nuestra vitalidad y nuestro estado de ánimo

Para finalizar, Gustafson quiere lanzar un mensaje positivo: ¡Sí a las grasas! Contrariamente a lo que muchos piensan, las grasas son buenas y necesarias: "Fueron injustamente atacadas desde los años 60 para que pudieran desarrollarse la industria del azúcar y los carbohidratos pero está demostrado que los países con mayor consumo de grasas, presentes en los pescados, la carne, los huevos, la mantequilla, etc., presentan menos índice de muertes por enfermedades cardiovasculares". 

"Yo animo a todo el mundo a tratar de basar su alimentación en estas bases. Se puede hacer, incluso estando confinados en casa. Carne, pescado y muchas verduras se pueden congelar y es posible comprar muchos productos naturales por internet. Una dieta sana afecta a nuestra energía, a nuestra vitalidad y nuestro estado de ánimo ¡es increíble cómo se notan los beneficios!", concluye el experto en nutrición.