Medio Ambiente

Los ecologistas castigan con dos banderas negras a la Costa Tropical de Granada

  • La playa de Poniente de Motril y los acantalidos y fondos marinos entre Almuñécar y Salobreña son señaladas por los ecologistas por contaminación y mala gestión ambiental

Uno de los motivos para otorgar las banderas negras son los desagües

Uno de los motivos para otorgar las banderas negras son los desagües / Alba Feixas (Motril)

Un año más con la llegada del buen tiempo y el verano, las playas del litoral granadino se arreglan para la llegada de los turistas que van buscando un descanso y tiempo de esparcimiento cerca de la orilla del mar. Unas playas que, si bien desde los distintos consistorios luchan cada año por conseguir las máximas distinciones posibles (12 banderas azules este año certifican la calidad de sus aguas y riberas), no siempre consiguen la aceptación de todos los organismos. Es el caso de Ecologistas en Acción que, un año más ha realizado un análisis de los 8.000 kilómetros con los que cuenta el litoral español para señalar aquellas zonas más características de afecciones por contaminación y mala gestión ambiental.

En el caso de la provincia de Granada, en sus algo más de 73 kilómetros de playas, la organización señala dos enclaves con sus banderas negras por su mala gestión ambiental y contaminación, que han recaído en los acantilados y calas de la zona protegida de especial conservación de Acantilados y Fondos Marinos Tesorillo-Salobreña; y a la playa de Poniente de Motril, respectivamente.

Según el informe elaborado por Ecologistas en Acción, en la playa de Poniente van a desembocar varias acequias, como la de la Culebra o el de camino Patria. Balates que conducen hasta el mar las aguas residuales de las industrias de la zona del Polígono Alborán y de algunas edificaciones ilegales de la zona, además  de vertidos ocasionales de una urbanización cercana.

Los ecologistas denuncian en el informe que en el Puerto de Motril hay depósitos de hidrocarburos de los que se producen fugas y filtraciones ocasionales, además de la problemática de los grandes depósitos de graneles al aire libre ubicados en la dársena granadina que, los días de viento provocan nubes de polvo y olores que llegan a esta playa.

Por su parte, en la zona de los acantilados costeros entre Almuñécar y Salobreña, denuncian que se siguen dando licencias de construcción en urbanizaciones no conectadas a la red de saneamiento y depuración y, añaden que desde los consistorios se está intentando urbanizar los espacios colindantes que habían sido clasificados como zonas prioritarias de protección en el Plan de Protección del Litoral.

Otro de los motivos para concederle este distintivo negativo es por los incesantes restos de la piscifactoría de Salobreña, que siguen apareciendo con los temporales, a distintos puntos de la zona, con su consiguiente daño a la flora y fauna del lugar, así como por la contaminación de playas y fondos marinos.

Además, señalan que en el caso de la playa de Poniente de Motril es una de las pocas del litoral español que sigue permitiendo el tránsito de vehículos por sus arenales, pese a la normativa de Costas, lo que ocasiona contaminación y nubes de polvo en suspensión.

Y añaden que desde el consistorio lo único que hacen es actuar “en contra del interés general y a favor de los chiringuiteros” con protestas por el cierre del tráfico rodado y convocando concentraciones en contra de las medidas adoptadas recientemente por la Delegación Provincial de Costas.

Unas banderas negras que, año tras año, siguen evidenciando la problemática en materia de vertidos ilegales y mala gestión ambiental que sufren algunos puntos del litoral granadino.

En el histórico de la provincia de granada aparecen las playas de La Rábita- El Pozuelo (2020) por la contaminación existente tras la demolición de los invernaderos de la zona;  el Peñón de Salobreña (2020), por la urbanización de una de las últimas playas vírgenes de la provincia; las Azucenas de Motril (2019), por vertidos sin depurar a la ribera;  o el Peñón y la Guardia (2019), por mala gestión ambiental e impacto urbanístico, entre otros.

La campaña Banderas Negras, nacida en 1999, es una denuncia pública de aquellas playas o tramos de litoral que sufren vertidos contaminantes, agresiones urbanísticas o cualquier otra actuación que ocasione una pérdida de calidad ambiental del litoral.

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