La Policía Nacional ha detenido en Motril (Granada) a una pareja, ambos de nacionalidad española y de 25 años de edad, como presuntos autores de los delitos de tráfico de drogas y defraudación de fluido eléctrico tras encontrarse en un pequeño piso un centenar de plantas de marihuana.

Los dos integrantes de la pareja ya han sido puestos a disposición de la autoridad judicial y que al varón le constan antecedentes policiales previos al desarrollo de los hechos presentes.

La Policía explica que agentes de la Comisaría de Motril, en el marco de la lucha contra el tráfico de sustancias estupefacientes, han llevado a cabo una intervención en un barrio del norte de la ciudad. Las investigaciones realizadas previamente por los mismos apuntaban a la existencia de un domicilio en el que se estaría cultivando marihuana para su venta. Entre las pruebas indiciarias se encontraba el hecho de disponer de varios aparatos eléctricos funcionando constantemente, a pesar de no disponer de un contrato de suministro con alguna compañía distribuidora de electricidad.

Tras obtener el permiso preceptivo, los agentes actuantes se dirigieron hacia la barriada donde se encontraba el domicilio, ubicado en la parte septentrional de la ciudad costera. Dicha vivienda, integrada únicamente por un salón, una cocina, un aseo y dos dormitorios, había sido presuntamente habilitada con todo el equipamiento necesario para el cultivo del cannabis sátiva, contando con transformadores, máquinas de aire acondicionado industriales, extractores, aparatos de iluminación, filtros y un ventilador, todo ello conectado a una toma ilegal de suministro eléctrico, de tal forma que los presuntos autores estaban incurriendo en un delito de defraudación de fluido eléctrico, además del correspondiente al tráfico de drogas.

Para poder alojar las plantas de marihuana la pareja detenida había sacrificado los dos dormitorios de la pequeña vivienda, instalando sendas plantaciones en cada una de esas piezas. Así pues, nada más comenzar el registro judicial, los agentes a cargo de la intervención vieron como el suelo del salón estaba ocupado con colchones, lugar donde los moradores se habían visto obligados a dormir tras montar los cultivos y todos sus aparatos eléctricos en los dormitorios.