Tribunales Granada

Un jurado popular enjuiciará a los acusados de asesinar a un promotor inmobiliario en su casa de Calahonda, en la Costa de Granada

  • La Fiscalía pide un total de 27 años de cárcel para cada uno de los dos autores

  • Los hechos ocurrieron en noviembre de 2019, cuando fueron a cobrar una supuesta deuda de 5.000 euros que mantenía con uno de ellos 

Foto de Archivo de Bomberos de Motril  en un descampado de Calahonda cercano a donde fue hallado el cadáver

Foto de Archivo de Bomberos de Motril en un descampado de Calahonda cercano a donde fue hallado el cadáver / Alba Feixas (Calahonda)

El Juzgado mixto número 1 de Motril ha ordenado la apertura de juicio oral, que se celebrará bajo la fórmula de jurado popular, contra los dos presuntos autores del asesinato de un promotor inmobiliario de 72 años, ocurrido en noviembre del 2019 y que fue encontrado apuñalado en las cercanías de su domicilio en Calahonda (Granada). La Fiscalía ha solicitado para cada uno de ellos 22 años de prisión por delito de asesinato, y 5 años de cárcel por delito de robo con violencia en casa habitada con uso de arma. Además, se les pide una indemnización por responsabilidad civil de más de 400.000 euros para los hijos del asesinado.

Así figura en un auto fechado el pasado 27 mayo al que ha tenido acceso Granada Hoy y que marca como órgano competente para la celebración del enjuiciamiento el Tribunal del jurado de la Audiencia Provincial de Granada, que será quien designe la fecha de celebración de la primera vista del juicio.

Según los hechos que se narran en el escrito de la Fiscalía, estos se remontan al 2019 cuando uno de los acusados, que había mantenido una relación de varios años con la exmujer del fallecido, se trasladó a Motril y durante varios días se hospedó en el albergue municipal de Jesús Abandonado, donde conoció y compartió habitación con el otro acusado. 

Durante la estancia le propuso que le acompañase a Calahonda para cobrar una supuesta deuda de 5.000 euros que mantenía con él el fallecido, dinero con el que ambos harían frente a las dificultades económicas que atravesaban. Deuda que no existía, sino que su verdadero propósito era dar muerte al presunto deudor. 

El 11 de noviembre los dos se desplazaron en autobús desde Motril al domicilio del fallecido, y estando en el portal sacó uno de ellos del interior de la mochila que portaba un cuchillo, un cable y una bolsa de plástico. 

Una vez en el interior del domicilio y tras identificarse como agentes del CNI le contaron, al asesinado, que habían sido secuestrados y que estaban en grave peligro sus hijos, por lo que le pidieron que les entregase su coche y dinero para pagar la liberación, algo a lo que éste accedió a darle el poco dinero que disponía en su cuenta bancaria, que no era la cantidad esperada.

Pensando que la víctima le ocultaba la existencia de dinero en efectivo en su domicilio, decidió ejecutar su idea inicial de darle muerte, por lo que pidió al otro acusado que le tapara la boca con un trapo , golpeándole en la cabeza y el rostro a la victima, para seguidamente propinarle un fuerte golpe en el lado frontal que lo dejó aturdido.  

Ante la imposibilidad de defensa de la víctima, comenzó a asestarle puñaladas con un cuchillo, culminando su propósito dándole dos puñaladas en el corazón. Tras la mortal agresión ambos acusados, tras coger varios objetos propiedad del fallecido (un rolex, unos zapatos, y un teléfono móvil) se marcharon del domicilio trasladando el cadáver hasta un descampado cercano al domicilio donde los dejaron abandonado.

Uno de los presuntos autores fue detenido en Motril, mientras que el otro tuvo lugar en Irún (Guipúzcoa), lugar hasta dónde habría huido tras el crimen para intentar salir del país cruzando la frontera con Francia

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