Los pescadores de Motril tendrían que estar hoy recorriendo las distintas calles de Madrid, junto a los trabajadores del mar de prácticamente todos los rincones de la península para protestar por las medidas impuestas desde Bruselas que les reducen cada vez más las posibilidades de faenar y añade más trabas a sus labores. Una huelga en la que llevaban tiempo trabajando y que finalmente han decidido suspender por "responsabilidad" por los altos índices de contagio registrados en las últimas fechas a causa de la variante Ómicron.

Motivo por el que han decidido posponer esta manifestación hasta que la situación sanitaria permita que se realice con todas condiciones favorables. El presidente de la Cofradía de Pescadores de Motril, Ignacio López, señala que "no caerá en el saco del olvido", en cuanto puedan volverán a convocar la manifestación para que se enteren en Europa que están tomando decisiones "sin datos científicos que lo avalen".

Con el nuevo plan de actuación en el Mediterráneo, los pescadores tendrán que reducir los hasta ahora 190 días que salían a faenar, y que ponía en aprietos a más de un pescador, hasta los 170-175 de media. Algo que López recalca que es "inasumible" y que provocará que algunos barcos se sitúen, incluso, en los 100 días de pesca.

López asegura que las cofradías andaluzas tienen clara su postura y que están dispuestos a trabajar unidos para defender unas medidas que les afectan a todos en mayor o menor grado.

Por el momento, y mientras la situación no lo permita, se centrarán en sus días de faena y en luchar por mejorar en todo lo posible sus condiciones laborales de cara a mejorar la situación en 2023. En este sentido, asegura que pese a que en las últimas semanas del año vieron como las ventas disminuían a causa de las cancelaciones de última hora en el sector hostelero, el inicio de año ha sido bastante bueno motivado principalmente por el gran número de capturas conseguidas.

Y explica que están intentando aprovechar los días que quedan ya que, el 1 de febrero iniciarán un mes de parada biológica para que los caladeros descansen, y respetar así el tiempo de reproducción de varias de las especies que se pescan en la zona.