Todo hace indicar que la Autoridad Portuaria de Motril va a poder deshacerse del carguero ruso 'Zapolyarye,’, que se encuentra atracado en la dársena motrileña desde septiembre del 2018. El pasado 11 de febrero concluía el plazo para la presentación de las ofertas, así como de la documentación de las empresas o personas que quisieran hacerse con el buque. Actualmente hay cinco propuestas sobre la mesa que se estudiaran para comprobar si reúnen todos los requisitos exigidos y el próximo 1 de marzo se abrirán los sobres con las propuestas económicas realizadas.

El precio de salida para quedarse con el carguero, según el acuerdo alcanzado por el Consejo de Administración, es de 3.181.424 euros, que en el caso de no alcanzarse ese precio y declararse desierto se podría celebrar una nueva subasta con una reducción del 20 por ciento.

Además, las ofertas realizadas deben incluir una garantía equivalente al 4% del tipo de la primera subasta -101.805,57 euros-. La adjudicación se hará a la oferta económicamente más ventajosa, condicionada a que el ganador de la subasta abone el precio en los quince días hábiles siguientes desde la notificación del acuerdo de adjudicación. El proceso finalizará cuando el presidente de la Autoridad Portuaria firme la correspondiente resolución de adjudicación.

Se trata de un Bulk Carrier, reforzado estructuralmente y que fue clasificado como buque rompehielos. Los equipos instalados, tales como motores, calderas y depuradoras, entre otros, son de "muy buena calidad", según recoge el pliego de condiciones que rige la subasta pública, así como sus equipos de navegación y sistemas de comunicaciones.

Está provisto de doble casco, construido con aceros especiales de alta resistencia y en buen estado de conservación. Cuenta con un total de 23 tanques de lastre de agua salada con capacidad para 9806 metros cúbico y siete bodegas de carga.

El Zapolyarye llegó a la dársena motrileña acompañado por su tripulación. Unos marineros que tuvieron que permanecer a bordo del barco, si no podían perder su derecho a cobrar y que les colocó en una posición muy complicada. Y que tras más de dos años pudieron finalmente abandonar el muelle dique tras finalizar el expediente de abandono del carguero.