El Loot de Txeron

Hogwarts Legacy hace magia: es el sueño hecho realidad de Harry Potter y sus fans

  • Análisis. El nuevo videojuego RPG de acción en mundo abierto de la aclamada y prolífica saga del joven aprendiz de hechicería, desarrollado por Avalanche Software y publicado por Warner Bros. Games, supone la mayor y mejor expresión del mundo mágico que los libros y las películas han recreado en estas últimas décadas

El juego destila magia y mimo en todos sus apartados.

El juego destila magia y mimo en todos sus apartados.

El prolífico mundo creado alrededor de la figura de Harry Potter a manos de la escritora, productora de cine y guionista británica J. K. Rowling y que se ha plasmado en multitud de libros, películas y videojuegos, nunca me había generado interés alguno. Hasta ahora. El runrún generado por el nuevo videojuego basado en esta popular franquicia, Hogwarts Legacy, consiguió romper ese maleficio. Ahora, semanas después de haber estado jugándolo sin parar para poder escribir esta reseña, confieso que cometí un craso error dando de lado al bueno de Harry que estoy enmendando a marchas forzadas mientras veo toda la saga de películas en HBO junto a mi hija y descubro que hay hasta un dragón con el nombre del que suscribe estas líneas.

Y lo primero que debo decir tras acabar Hogwarts Legacy es que es un videojuego tan sumamente cariñoso con el mundo mágico de Hogwarts que abre sus brazos sin reproches a aquellos que desconocían como yo cualquier detalle de esta saga más allá del apellido Potter y que para viajar hasta ese confín de aventuras sin control hay que estamparse contra una pared en una estación de Londres en la que medio mundo se ha fotografiado, concretamente en la King's Cross y en el andén secreto con el número 9¾.

Así que los que como yo se inicien en esta saga con Hogwarts Legacy, tranquilidad. Habrá muchas cosas que no valorarás y apreciarás al desconocer la saga, pero su historia es tan disfrutable y sus mecánicas jugables tan adictivas, que te sentirás un alumno más de Hogwarts casi sin darte cuenta. Está claro que es un juego hecho por y para los fans de Harry Potter pero una de sus grandezas reside en que su lenguaje es tan universal que nadie se sentirá perdido cuando comiences a jugar.

Una aventura que iniciaremos encarnando a un estudiante de quinto año de quince años con la insólita habilidad de emplear una magia antigua y poderosa y cuya historia tiene lugar unos 100 años antes de los hechos acontecidos en la saga de Harry Potter. Podríamos decir que es una precuela que ya esboza todo lo que después tiene lugar en las conocidas aventuras del simpático niño con gafas redondas y que permite a Avalanche Software, desarrolladores del juego, y a Warner Bros. Games, responsables de su publicación, expandir este mundo mágico con una historia original y diferente que te mantendrá pegado al mando o al teclado y al ratón durante más de 30 horas para poder superarla. Y si ya eres de los que investigan hasta el último rincón del escenario y tienes el gen completista, la experiencia puede doblar perfectamente el tiempo invertido para superar la historia principal embadurnada de muchos desafíos, misiones secundarias, tareas en el Castillo y multitud de misterios y zonas que de primeras no se pueden explorar y que se irán desgranando poco a poco.

El apartado artístico del juego es sobresaliente. El apartado artístico del juego es sobresaliente.

El apartado artístico del juego es sobresaliente.

Y como marca la tradición en esta saga, al inicio de su aventura, nos tocará personalizar el aspecto de nuestro alter ego mediante un editor de personajes que, sin ser el más configurable del mundo, sí ofrece las suficientes posibilidades para sentirnos cómodos con nuestra elección.

Después, tras un prólogo que ya irradia magia por los cuatro costados, toca elegir, tras nuestra llegada al Castillo de Hogwart a una de las cuatro casas que la integran: Gryffindor, Hufflepuff, Ravenclaw o Slytherin. Un test de varias preguntas son la antesala para someternos al juicio del Sombrero Seleccionador en el Gran Comedor que dictaminará nuestra casa. Pero no hay que preocuparse porque podremos elegir la que queramos ya que la propuesta del especial tutor es orientativa. Una elección que no marca nuestro desarrollo en la aventura pero que sí personaliza nuestra partida al contar cada casa con unas misiones especiales con compañeros y unos aposentos diferenciados. 

Exploración sin límites

Y tras este inicio rebosante de magia (que se configura como un tutorial en toda regla), comienza realmente el juego en el que los fans podrán cumplir la mayoría de sus sueños: reunirse con sus compañeros de Casa en sus salas comunes y asistir a clases de encantamientos, defensa contra las artes oscuras, herbología o pociones, donde van a conocer a sus profesores, aprender a lanzar hechizos, cultivar plantas mágicas, preparar pociones y disfrutar de un Castillo de Hogwart que nunca antes se había recreado de forma tan fidedigna a las películas en los anteriores videojuegos.

Los combates son divertidos a la par de exigentes en algunas ocasiones. Los combates son divertidos a la par de exigentes en algunas ocasiones.

Los combates son divertidos a la par de exigentes en algunas ocasiones.

De hecho, os adelanto que destinaréis muchas horas de vuestra aventura para explorar esta gigantesca instalación así como el extenso mundo abierto donde se desarrolla la aventura donde no faltan lugares tan emblemáticos como Hogsmeade y el Bosque Prohibido.

Y el juego te premiará por ello ya que como buen título de acción con toques RPG, fomenta la investigación para conseguir todo tipo de materiales con los que preparar nuestras pociones o vender a los comerciantes para adquirir equipamiento con el que mejorar a nuestro personaje.

El mapa no llega a la extensión de títulos como los últimos Assassins Creed o Far Cry, es más comedido pero conjuga a la perfección los biomas por los que transcurre la historia principal dotándolo de una gran personalidad y sin esa extraña sensación de vacío que se siente al recorrer por ejemplo Athia en Forspoken, título que analizamos en El Loot de Txeron hace unas semanas. 

Para desplazarnos por él podremos hacer uso de monturas (¡vivan las escobas!), utilizar el viaje rápido en lugares habilitados y que hayamos visitado anteriormente o directamente andando. 

Rol y mucha acción

Pero no todo va a ser explorar o asistir a clases para conocer nuevos hechizos o pociones con las que potenciar nuestras habilidades. El juego también tiene un fuerte componente de acción y de rol que es palpable desde el minuto uno en el que nos hacemos con nuestra varita mágica.

Y es que el lanzamiento de hechizos genéricos de ataque es el simil perfecto de una ametralladora en un shooter como Call of Duty. Para hacer frente al gran número de enemigos (arañas, goblins, trolls, magos oscuros... )que conviven en el mundo mágico de Hogwarts, desde Avalanche Studios se ha apostado por un sistema de ataque a distancia lanzando hechizos con la varita y que se conjugan con otras acciones típicas de los juegos de acción como los parrys (bloqueos), los contraataques, las esquivas y la combinación de diferentes cadenas de hechizos con los que romper la barrera de los enemigos y conseguir derrotarlos.

Unas mecánicas que a medida que avancemos en la historia se irán haciendo más complejas pero a la vez más divertidas ya que la variedad de hechizos -que funcionan como el típico juego de piedra, papel o tijera dependiendo de los enemigos- va creciendo y la combinación de todos ellos nos permitirá hacer frente a adversarios cada vez más fuertes y en mayor número. 

En esos enfrentamientos y haciendo multitud de actividades, misiones secundarias, etc., iremos ganando experiencia con la que mejoraremos a nuestro personaje a través de un sistema de progresión en el que se pueden distribuir los puntos de talento en cinco ramas: hechizos, artes oscuras, principales, sigilo y Sala de los Menesteres. Dependiendo de nuestra forma de jugar, optaremos por unas u otras.

Aprender hechizos y estrechar lazos con los compañeros en clase es una actividad muy satisfactoria. Aprender hechizos y estrechar lazos con los compañeros en clase es una actividad muy satisfactoria.

Aprender hechizos y estrechar lazos con los compañeros en clase es una actividad muy satisfactoria.

También, como todo juego RPG, nuestro personaje cuenta con su propio equipamiento: un gorro, un chal, un traje complejo, los guantes y las gafas conforman la personalización estética del jugador. Cada uno de ellos contará con una serie de estadísticas de defensa y de ataque y un nivel de rareza. A medida que vayamos progresando en la aventura, encontraremos mejor equipo con el que hacer más daño y soportar mejor los ataques. Explorar y realizar misiones secundarias nos permitirá ir más sobrados durante la aventura ya que las mejores piezas de equipo se esconden a lo largo y ancho del vasto mundo mágico.

Apartado audiovisual de primera 

Otro de los aspectos sobresalientes de este Hogwarts Legacy es su apartado visual. Avalanche Studios ha hecho uso de una versión vitaminada del Unreal Engine 4 para recrear un mundo abierto lleno de detalles y con un acabado gráfico que pondrá a prueba a las consolas de nueva generación y ordenadores más potentes. Nosotros hemos probado la versión de Xbox Series X y el juego luce de manera espectacular: una distancia de dibujado casi kilométrica, personajes muy detallados, físicas e iluminación de primer nivel... Un conjunto que sin alcanzar la belleza y realismo de títulos como Horizon Forbidden West sí ofrece al jugador un apartado visual de primer nivel.

Como ya viene siendo habitual, el juego llega al mercado con 5 modos de visualización diferentes en Xbox Series X y PlayStation 5: calidad, calidad con ray tracing y rendimiento; y luego otros dos modos balanceados que solamente serán compatibles con pantallas/televisores de 120 Hz.

Habiendo probado los cinco, el más recomendable es el de rendimiento que permite jugar a 60 fps con alguna caída esporádica y que conjuga una resolución de 1440p variable. Los modos de calidad y calidad con ray tracing reducen el framerate a 30fps y los de 120hz hacen lo propio con la resolución así que el más equilibrado es el de rendimiento.   

A eso hay que sumarle un perfecto doblaje al castellano y una banda sonora llena de piezas épicas para conformar un producto que en lo audiovisual roza el sobresaliente y que hace honor a un juego Triple A.

El Castillo de Hogwarts nunca antes fue tan real. El Castillo de Hogwarts nunca antes fue tan real.

El Castillo de Hogwarts nunca antes fue tan real.

Conclusiones

Hogwarts Legacy es el sueño cumplido para cualquier fan de la saga. La recreación de su mundo mágico y las inmensas posibilidades que ofrece a través de la historia principal, todas las misiones secundarias (algunas brillantes en cuanto a mecánicas y desarrollo), tareas, actividades y progresión es sublime. El juego utiliza los patrones ya preestablecidos en los juegos de mundo abierto adaptándolos a la saga para brindarnos el que posiblemente sea el juego definitivo que hace honor a Harry Potter cien años antes de su aparición como mago.

Su rico y variado mundo abierto, el ingente número de actividades con las que desarrollar nuestra carrera como magos, sus frenéticos combates, su banda sonora o su excelso doblaje al castellano solo hacen reafirmar el hype que había generado este título desde que se anunció hace años. Ahora, habiéndolo disfrutado de principio a fin puedo afirmar que el título es una oda perfecta a la ilusión de la niñez, esa que muchos dejamos atrás hace ya mucho tiempo pero que a base de paseos en un grifo y derrotando trolls a golpe de varita mágica hemos recuperado y dimensionado.

Por eso, tanto si eres fans de Harry Potter como si no, este Hogwarts Legacy es un título imprescindible para retrotraernos a nuestra infancia y volver a descubrir esa cándida ilusión por ser especiales, mágicos, únicos. Y eso, en estos tiempos tan convulsos y bélicos, es todo un premio.

Hemos podido analizar Hogwarts Legacy gracias a una clave para Xbox Series X que nos ha remitido Warner Bros. Games España.

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