De libros

Sombras a la deriva

Coautor de Los campos magnéticos (1920) con André Breton, quien definiría esta obra fundacional como la primera en llevar a la práctica el principio de la escritura automática, Philippe Soupault había militado con el futuro pope del surrealismo y su correligionario Louis Aragon en la avanzadilla dadaísta y formaría parte junto a ellos del núcleo original del movimiento, que vivió días gloriosos antes de degenerar en una secta. Cuando publicó Las últimas noches de París (1928), Soupault ya había sido expulsado del grupo cuyos postulados mostraban una inquietante preocupación por la ortodoxia, pero se mantenía fiel a lo fundamental de una poética que permite relacionar la novela con obras coetáneas como El aldeano de París (1926) de Aragon o Nadja (1928) de Breton. La famosa frase final de esta última -"La belleza será convulsa o no será"- puede aplicarse a los agitados artefactos de cualquiera de ellos, narradores despreocupados de la trama para los que los itinerarios urbanos cifraban el misterio o la aventura de la experiencia moderna.

Como "sombras a la deriva", según los ha calificado Claude Leroy, los personajes de Las últimas noches deambulan por la geografía parisina sin otra guía que el azar, envueltos en una confusa intriga criminal que relaciona al anónimo narrador con una enigmática muchacha llamada Georgette, perseguida por una banda de asesinos. Más narrativa que las obras citadas, a las que podría sumarse ¡La libertad o el amor! (1927) de Robert Desnos, la novela de Soupault ejemplifica a la perfección la fecunda combinación del imaginario noir -del que toma no sólo los aspectos anecdóticos, sino también esa inquietud existencial o vagamente metafísica que ha fascinado a los intelectuales franceses- con una mirada vanguardista que trasciende la peripecia y recalca la extrañeza oculta en lo cotidiano. Más que la historia interesa la atmósfera, el retrato de un tiempo efervescente que tuvo también -es de noche y llueve y los transeúntes son "seres que se ocultan, acosados o perdidos"- su lado oscuro.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios