Cultura

Sobre la amistad

  • 'VIVES Y MORO'. Enrique García Hernán. Cátedra. Madrid, 2016. 416 páginas. 23 euros.

Más allá de las razones económicas que aduce Weber en su Ética protestante, la reforma de Lutero fue también, y principalmente, un debate sobre el propio concepto de humanismo, y sobre el nuevo relieve que adquiere el individuo tras el rescate de la Antigüedad clásica del XV-XVI. Se trataba, en cualquier caso, de humanismo de raíz cristiana, entre cuyos valedores (y destacados oponentes de Lutero), se encontraron los hombres que dan pie a este libro, Tomás Moro y Juan Luis Vives, y que no deben separarse de esa sombra mayor, casi siempre propicia y amistosa, que fue Erasmo de Roterdam.

Uno de los aciertos de este libro (libro de sólida y eficaz erudición), es éste de vincular la biografía de Moro y Vives con el curso político del siglo y con la variable red de alianzas que tejieron, junto al papado, Enrique VIII, Carlos V y Francisco I, mientras prosperaba en Alemania la Protesta. Y esto es así porque serán Moro y Vives, y un dubitativo Erasmo, quienes rebatan los argumentos del "monje negro", no sólo por las graves consecuencias que tendría para la iglesia, sino por las obvias implicaciones políticas que, en breve, se harían visibles. A lo cual debe añadirse, en igual proporción, la propia supervivencia de las humanidades, y su forma más precisa y fidedigna de acercarse a las Escrituras. El fin último de este volumen es el de evidenciar un doble olvido histórico: la estrecha amistad que unió a Moro y Vives (y a ambos con Erasmo), y la duradera relación que vinculó a la corona inglesa con la española. De fondo, sin embargo, García Hernán ha dispuesto su información para reconstruir el mundo donde esa amistad alienta. Y es ese mundo (el mundo de Colón, de Holbein, de León X, de los iluminados, de Lutero, del saco de Roma, el mundo que ejecutará finalmente a Tomás Moro), el que aquí se nos ofrece en su compleja y delicada urdimbre.

En ese aspecto, es un acierto más de este Vives y Moro el haber seguido el curso de la historia a través de las relaciones personales, de las filias y fobias de quienes protagonizaron aquel drama: un drama del que nacerá, no sin violencia, el hombre moderno.

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