El Draft de la NBA ha sido un quebradero de cabeza para Ricky Rubio, internacional español y un jugador que lo ha ganado absolutamente todo en Europa. El ex jugador de Barcelona ya afirmó cuando se abrió la ventana de traspasos que aunque entendía que esto era un negocio, "hay formas y formas" pero no se les debe olvidar a las grandes franquicias que antes que jugadores, "son personas".

Los días convulsos de Rubio han llegado definitivamente a su fin. Tras 72 interminables horas, el de Masnou ya tiene equipo; Minnesota Timberwolves. Vuelve al equipo que le dio la oportunidad de hacerse un nombre en la NBA y lo hace tras haber "estado" horas antes en dos equipos más como los Phoenix Suns y los Oklahoma City Thunder. Ricky Rubio al fin sonríe ya que tenía claro que su futuro, con treinta años de edad, no estaba en Thunder.

Una segunda juventud con los Timberwolves

Ricky Rubio vuelve siendo uno de los mejores jugadores que ha dado España y de los pocos que ha conseguido llegar a la gran competición de los Estados Unidos. Seguirá allí porque aún tiene muñeca para rato y lo hará en los Minnesota Timberwolves donde disputó seis temporadas en las que promedió 10,3 puntos, 4,2 rebotes, 8,5 asistencias y 2,1 robos de balón en 353 partidos que jugó con el equipo.

La afición de los Minnesota Timberwolves le recibirá con los brazos abiertos ya que lo recuerdan gratamente y saben a la perfección que es un fichaje que les dará mucho de cara a la temporada. Rubio ha dado muchas muestras de cariño hacia los Wolves y volverá a coincidir con Ryan Saunders, un entrenador con el que le une una gran amistad.

A principios de semana ya lo avisó Ricky Rubio, un jugador increíble y una persona que ha tenido que pasar por tragos muy difíciles en la vida. Aún así, su entereza sigue siendo visible en su forma de hablar; "cuando las cosas se complican, hay que sacar el carácter y poner más leña en el fuego. Si no quieres que te pasen estas cosas, se el mejor del mundo para poder tomar tus propias decisiones".