Tenis

El peso del doble

  • Italia y Canadá rematan una jornada maratoniana con victorias en el partido decisivo para citarse en semifinales

  • Australia-Croacia este viernes

Los canadienses, en acción.

Los canadienses, en acción. / Kosmos

El dobles, especialidad semiclandestina en el grueso de la temporada tenística cobra vigor en competiciones nacionales, sea en citas olímpicas o la Davis. El nuevo formato la convierte en letal porque es un tercio de la eliminatoria. Y el equipo con un gran doble obliga al otro a ganar los dos individuales. La jornada de jueves, que empezó a las 10:00 y acabó pasada la medianoche tras seis partidos y un gran empacho de tenis, fotografió bien esa importancia, con dos duelos decisivos que realzaron la importancia de esta especialidad. En hora de discoteca suena en el Carpena Freed from Desire, Ecuador y varios temas más noventeros. Las 3.000 personas que quedan en el Palacio mueven el esqueleto.

El favoritismo previo era norteamericano, para Estados Unidos y Canadá. Dos Top 20 en cada bloque, un Top 10 en cada uno, los equipos más potentes al peso de los ocho en Málaga. La especialidad tiene códigos, espacios y ritmos diferentes. Y ahí se impusieron las parejas de Italia, más solvente, y después la canadiense, remontando para ganar a unos alemanes que llevaban 11 eliminatorias seguidas ganando este partido para deparar una semifinal de excelente cartel ante los italianos.

La maratoniana jornada del jueves comenzó bien temprano (10:00). Italia acabó tumbando a Estados Unidos por 2-1. Sonego había ganado a Tiafoe (6-3 y 7-6), Fritz hizo lo propio con Musetti (7-6 y 6-3) y la solución quedó para las parejas. El Australia-Países Bajos y el Croacia-España se habían resuelto por 2-0 y no se había podido contemplar aún a cuatro jugadores a la vez en la pista. El dúo formado por Fognini y Bolelli ganó por un doble 6-4 a Paul y Sock. La pareja estadounidense, una de las favoritas al tener a uno de los dos Top 10, Fritz, y también a un Top 20, Tiafoe.

La ausencia de las dos mejores raquetas transalpinas, Matteo Berrettini y Jannik Sinner, había hecho bajar enteros en las apuestas a los italianos, que ansían conquistar una Davis que no levantan desde hace 46 años (1976), en tiempos de Pietrangeli y Panatta. El ambiente en la grada en la primera eliminatoria matutina fue excelente. El anillo superior estuvo poblado por muchos colegios. Era el horario menos favorable en un día laborable y se optó por invitar a varios grupos de adolescentes que dieron colorido. Pero quienes apretaron fueron los italianos desplazados a Málaga, también hay no pocos residentes en la Costa del Sol. Una pequeña Roma en el Carpena para llevar en volandas a sus jugadores, con una charanga insistente, con tambores y ruidosa, detrás del banquillo italiano, en el que Berrettini, en un buen detalle desplazándose con el equipo aunque no pudiera jugar, lleva la voz cantante animando.

En la primera eliminatoria, duelo al sol entre Sonego y Tiafoe. Mucho juego de ataque, muchos aces (17 al final el italiano). Y también gestos retadores entre los dos protagonistas. Rompe rápido Sonego y mantiene el saque para colocarse 6-3. En la segunda manga, Tiafoe, que jugó unas espectaculares semifinales ante Alcaraz en el US Open, sube el nivel y mete mucha presión al italiano, pero Sonego tira de saque para solventar situaciones y llegar al tie break. Los dos tienen puntos de set y de partido, pero remata para ganar “Lorenzo, Lorenzo”, como le gritan.

El mismo aullido vale para Musetti, un jugador estéticamente impecable, con un revés a una mano de los que van quedando pocos en la élite del circuito. El veinteañero deja detalles de mucha calidad, pero enfrente está Taylor Fritz, un Top 10 que llegaba repleto de confianza tras un buen tramo final de temporada, alcanzando las semifinales de las ATP Finals en Turín. El quid del partido está en el primer set, que llega al tie break. Musetti desperdicia un 5-3 y Fritz no perdona. El estadounidense rompe rápido en la siguiente manga y mantiene el break sin problemas para ganar.

Así que se llegaba a la eliminatoria decisiva. El genialoide Fognini, un Top 10 antiguo ya veterano pero con mucha clase, se complementa con Simone Bolelli para romper dos veces mediados los dos sets y vacunar a unos americanos algo perdidos por un doble 6-4. “Italia, Italia”, resuena en el Carpena. No está en el Mundial de Catar el equipo italiano, pero su equipo de Davis es orgulloso.

El segundo plato también llegó con postre. Shapovalov, un zurdo con talento pero con el cable un poco pelado, estrellaba una raqueta en el parqué del Carpena mediado el tercer set. Acababa cayendo ante el alemán Struff por 6-3, 4-6 y 7-6 (2). Struff iba camino de ser el hombre de la Davis. En el puesto 152 del mundo tras una larga lesión, para llegar a Málaga venció en Glasgow los tres partidos y junto al doble sacó el billete de manera sorprendente. Auger-Aliassime, sin alardes, sometió a Otte por 7-6(1) y 6-4 y todo se vio abocado, de nuevo, al doble. Krawietz y Puetz (11 victorias consecutivas en Davis juntos) ganaron fácil la primera manga (6-2) y parecía un camino de rosas. Pero en el doble también pesa la calidad individual. Y Shapovalov tira de Pospisil en un momento crítico y sacan el segundo set por 6-3. Y con 1-1, el zurdo mete dos restos a los pies que permiten hacer el break. Desde ahí, a saquetazos aguantando y un maravilloso resto cruzado de Shapovalov pone el 6-3 en otro break para colocar a Canadá en semifinales contra Italia.

Este viernes, primera semifinal, Croacia-Australia. La acción no para en el Carpena. Un duelo con Cilic y De Miñaur como cabezas de cartel. Dos selecciones que valoran esta competición.

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