Supercopa de España 2022

La Supercopa, ¿nuevo torneo fetiche para el Athletic?

Los jugadores del Athletic Club celebran el triunfo ante el Atlético de Madrid

Los jugadores del Athletic Club celebran el triunfo ante el Atlético de Madrid / Efe

El Athletic Club protagonizó en Riad una nueva gesta en la Supercopa, una competición en la que, a pesar ser relativamente nueva en el calendario, está completando un palmarés más que apreciable y va camino de serle, como le pasa con la Copa, una competición fetiche.

El Athletic acumula en Copa 23 títulos (24 según sus números) y 16 finales, lo que le hace el segundo equipo de la competición llamada del K.O., por detrás del FC Barcelona.

Podio histórico en la Supercopa

En la Supercopa ya tiene tres títulos y dos finales más, lo que le ha aupado a la tercera plaza del histórico del torneo, por detrás también del Barça y del Real Madrid, su rival el domingo en una nueva final.

Pero el equipo bilbaíno alcanzó ese podio en el historial de la Supercopa superando el año pasado, ganando a Madrid y Barça, a un Deportivo de la Coruña que cuenta también con tres títulos, pero sin más finales.

Y este año en semifinales, para empezar, defendió esa tercera plaza en la competición venciendo a un Atlético de Madrid, que de haber ganado este torneo, le hubiese superado en la clasificación, ya que suma dos títulos y cinco subcampeonatos.

Estadísticas que demuestran que, aún sin ser la Copa, la Supercopa empieza a ser para el Athletic un torneo amigo, en el que compite con fiereza y ahonda en el prestigio adquirido por el singular club vasco desde hace ya 124 años.

La doble gesta de 2021

A esta edición los rojiblancos se presentaron en el último lugar de los pronósticos, pero como vigentes campeones del torneo conquistado en 2021. Aunque no lo hicieron por esa condición sino como finalistas de la Copa del Rey, algo que ahora da dos premios; una final, la de Copa, y una final a cuatro, la Supercopa.

El año pasado, el equipo ya entonces dirigido por Marcelino García Toral, llevó a cabo una doble hazaña imponiéndose al Real Madrid en semifinales y al Barcelona en la final.

Ante el Madrid, el Athletic salió a degüello y pronto se adelantó con un doblete de Raúl García que los blancos lograron acortar con un tanto de Karim Benzema pero fueron incapaces de igualar (2-1).

Frente al Barça eligió un camino diferente, el de las remontadas. Primero empató hasta dos veces los tantos de Antoine Griezmann con los que se fue adelantado el conjunto azulgrana, con sendas dianas de Oscar de Marcos y Asier Villalibre, la de este último sobre la hora del tiempo reglamentario. Finalmente, Iñaki Williams asestó el golpe decisivo en la prórroga con un golazo para la memoria (3-2).

Feroz reacción ante el Atlético

Esta vez, ante el Atlético, volvió a elegir la senda más difícil. Se adelantó el conjunto colchonero pasada la hora de juego con un extraño gol en propia puerta de Unai Simón, tras cabezazo de Joao Félix, que parecía decidir un choque trabajado y merecedor del 0-0.

Pero, en cuanto se vieron por debajo en el marcador, los leones sacaron las garras, asediaron a los del Cholo Simeone y voltearon el encuentro con dos de la media docena de zarpazos que lanzaron. Yeray Álvarez y Nico Williams pusieron nombre a los goles fabricados a balón parado por el capitán Iker Muniain.

"Un mago", dijo el pequeño de los Williams, la gran revelación de encuentro, al final del partido; "Iker nos de comer a todos (en la estrategia)", corroboró Yeray, agradecido al "caramelito" de su capitán que le permitió empatar el partido.

Final ante el Madrid con aires de revancha

Al Athletic le llega ahora la final y la encara con cierto ánimo de revancha, ya que de los recientes dos enfrentamientos ligueros ante el Madrid en diciembre salió frustrado.

El primero, un 1-0 en el Santiago Bernabéu con tanto de Benzema y al menos media docena de clarísimas ocasiones rojiblancas que hicieron al equipo vizcaíno claramente merecedor de la victoria; el segundo, un 1-2 en San Mamés con otros dos dianas de Benzema en los primeros minutos que recortó rápidamente Oihan Sancet pero ante el que ya poco más pudo hacer el equipo bilbaíno.

También el Madrid tendrá sus ganas de cierta revancha deportiva, ya que fue el Athletic el que le apeó el año pasado de la final de la Supercopa en una temporada sin títulos para los blancos. Algo poco habitual.

Como lo sería para los de Carlo Ancelotti caer el domingo en una final. Aunque para no hacerlo deberá superar a un rival feroz, eufórico tras su vitoria de semifinales ante un rival que le estaba siendo casi inaccesible en la última década y que empieza a tener en la Supercopa un torneo casi tan fetiche como en la Copa. Donde mantiene su histórica jerarquía. EFE

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