Carlos Marsá no ha olvidado la idea de instalar su proyecto de Segunda División A en el área metropolitana ante las dificultades que está encontrando para poder hacerlo en la capital. Por eso hace poco más de una semana mantuvo una reunión con el alcalde de Atarfe, Víctor Sánchez, para retomar la posibilidad que ya se barajó el pasado verano cuando se cerraron las puertas de Los Cármenes.

Esto no significa que el presidente del Granada 74 no se encuentre a gusto en Motril, sino que entiende que en las proximidades de la capital obtendría una mayor respuesta de aficionados y más patrocinadores. Marsá ha presentado unas propuestas y el primer edil atarfeño ha quedado en contestar "en unos veinte días". Víctor Sánchez indicó a este diario que "habrá que estudiarlo para determinar si tenemos capacidad para asumir ese proyecto. Al menos lo vamos a intentar".

Son dos las posibilidades que se contemplan. Una sería ampliar el actual campo con el que cuenta Atarfe, hasta alcanzar una capacidad próxima a los 6.000 espectadores. En este caso habría que sustituir el césped artificial por el natural. La otra opción es la más ambiciosa. Sería construir una pequeña 'bombonera', que supondría disponer de un aforo en torno a los 8.000 asientos. Tanto en un caso como en otro se harían con dinero público.

El alcalde de Atarfe no descarta cualquiera de las dos opciones, aunque le atrae más la de construir un estadio nuevo. Y para llevarlo a cabo necesita el espacio adecuado, ya que su idea es que no quede muy alejado del centro de la localidad. El objetivo sería disponer de una Ciudad Deportiva que podría ser utilizada también por los equipos de las categorías inferiores de Atarfe. "Vamos a evaluar los costes, porque pienso que sería muy beneficioso disponer de una instalación de estas características para el pueblo", manifestó Víctor Sánchez.

Lo que no habría en ningún caso serían ayudas provenientes de una subvención municipal. Atarfe sólo pondría la instalación a disposición del Granada 74. De esta forma, el equipo estaría en condiciones de disputar sus encuentros en un entorno próximo a la capital, lo que repercutiría en una mayor captación de abonados. En Motril el equipo parece haber tocado techo en cuanto a número de asistentes a los partidos y si se logra llevar a cabo la posibilidad de jugar en una localidad cercana, cambiarían de forma considerable las expectativas. En unas tres semanas habrá contestación desde el Ayuntamiento de Atarfe y Marsá sabrá a qué atenerse.