Cuando en el mes de diciembre del año 2005 el CB Granada atravesaba una crisis de resultados, el club optó por fichar a un jugador de una calidad más que contrastada como es Curtis Borchardt. El estadounidense ayudó sobremanera a salvar la campaña y, a pesar de sus problemas físicos, es el mejor jugador que se ha visto en el Palacio de Deportes, por lo menos desde el último ascenso.

Ahora, la situación de crisis deportiva se repita, aunque quizá ésta sea más grave que laque hubo entonces, pues desde que se ascendió nunca el cuadro granadino ha ocupado la última posición de la Liga ACB.

Pues más diferente aún es la forma de afrontarla, pues debido a los problemas económicos y la mala gestión deportiva, sólo se ha podido fichar jugadores que no se pueden calificar de decisivos. Andre Owens no lo es y Panchi Barrera, la última incorporación, no lo parece. Además, ninguno refuerza uno de los puntos débiles del equipo en lo que va de temporada como es el juego interior.

Acercarse siquiera a los números de Curtis Borchardt se antoja imposible. El de Buffalo dejó huella durante las tres temporadas y media que militó en el CB Granada. En 82 partidos, el pívot sumó 1.126 puntos (13,7 por partido) y 827 rebotes (10,1 de media). A pesar de ello, salió del club por la puerta de atrás después de dejar caer que el que fue uno de los máximos reboteadores y taponadores de la ACB no defendía.

Ahora, por delante se presente un reto que se presenta muy difícil. El CB Granada buscará la permanencia con una plantilla nada equilibrada y con unos refuerzos que no llegan para ser decisivos.

Por otra parte, Jesús Fernández sigue recuperándose de su esguince de tobillo y su participación este domingo en Las Palmas no peligra.