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El Baza sólo empata y continúa el sufrimiento

  • Nervios El equipo de Urbano Ortega se muestra incisivo al principio y la presión le pasa factura Atasco El técnico del Mazarrón acumula hombres en la medular e imposibilita la fluidez del juego local

No pudo ser. El Baza no aprovechó la primera gran ocasión que se le presentó de acercarse de manera casi definitiva a la permanencia en el Grupo IV de Segunda División B porque en la tarde de ayer no propuso grandes recursos para lograr la victoria frente a los murcianos de Mazarrón.

El fuerte calor y la presión que recayó sobre los jugadores entrenados por Urbano Ortega les colapsó las ideas futbolísticas y agarrotaron sus piernas. Ninguno de los dos equipos quería perder, nadie quería equivocarse, y por esto ninguno de los dos contendientes arriesgó prácticamente nada. Con estas coordenadas no queda más solución que disputar un partido aburrido, insulso y totalmente carente de emoción, porque de esto no hubo absolutamente nada, pues en estos casos se puede confundir la emoción del resultado con el miedo al resultado, y esto es lo que hubo durante los noventa minutos en el terreno de juego: miedo a la derrota. De unos y de otros.

No comenzó jugando mal el Baza. Al contrario, mandó balones con criterio a las bandas y en ellas, tanto Durán como Marc Pérez, lograron sacar centros al área de Reguero, pero no encontraron rematador. Tuvo que ser el lateral zurdo Pereira el primero que rematara, era el minuto diez, pero su disparo le salió muy flojo y el portero del Mazarrón no tuvo ningún problema para quedarse con el esféricoy desbaratar el peligro.

Dos minutos más tarde, una perfecta combinación entre Jurado y Durán acabó con disparo del último, pero otra vez Reguero detuvo el balón. Aquí acabó la tónica atacante inicial de los de Urbano y se pasó a unos instantes de nerviosismo y mal juego, del que prácticamente no pudo deshacerse en el resto del partido. Un centro chut de Belencoso y una contra en superioridad mal finalizada fueron los únicos momentos de peligro de los bastetanos en esta primera mitad del choque.

Tampoco se prodigó mucho el Mazarrón en labores ofensivas, pero al menos gozó de dos claras ocasiones por medio de su jugador Diego Ribera. La primera fue desviada a córner por un defensa y la segunda la mandó a las nubes cuando se encontraba solo ante el guardameta Relaño. Con la sensación de que los murcianos ofrencían más peligro que el Baza finalizó la primera mitad.

En la grada existía la confianza en que, como en otras ocasiones ha ocurrido esta temporada, la charla del descanso surtiera efecto y se corrigieran los errores, sobre todo el intentar una y otra vez iniciar los ataques desde el centro del campo, donde además de la poca claridad de ideas de Martins y Pazos, las ayudas de los delanteros de otros días tampoco aparecieron. Paco Jurado estuvo sometido a un férreo marcaje al hombre que apenas le dejó movimiento, y su habitual juego entre líneas alternado con Belencoso no funcionó ante el Mazarrón.

Mientras, Quique Yagüe apelotonaba hombres en la zona central del campo, lo que hizo prácticamente imposible que circulara el balón por allí. Pero, en vez de intentar utilizar las bandas, que habían dado buen resultado al inicio del enfrentamiento, los bastetanos se empeñaron en seguir conduciendo por donde estaba todo el tráfico. O en lanzar pelotazos hacia arriba sin encontrar ningún destinatario.

Hubo que esperar hasta los momentos finales del partido para poder anotar algunas jugadas dignas de gol. Antes, dos entradas por banda derecha, una por cada equipo: por el Baza, Luque, y por el Mazarrón, el ex bastetano Álvaro, lograron rematar el cuero, pero al local le detuvo el disparo Reguero y al visitante se le fue el cabezazo desviado fuera.

Movió Urbano el banquillo. Retiró a Durán y a Belencoso para dar entrada a Prince y Hugo, pero la tónica del choque no cambió. El choque continuó atascado y sin fluidez, sin que llegaran balones con claridad al belga. Tampoco hubo claras ocasiones de remate del joven delantero centro.

Y ante tanta ineficacia rematadora, tuvo sus dos momentos de gloria Marc Pérez -el mejor local-: en el 89, un chut a la media vuelta lamió el palo izquierdo del Mazarrón, y en el 93', un lanzamiento de falta directa fue despejado en última instancia por el meta visitante cuando el balón buscaba la escuadra.

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