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Bolt, la hora de la revancha

Tras cinco días de silencio después de la conmoción provocada por su salida nula en la final de los 100 metros, Usain Bolt quiere volver a hablar dentro de la pista , donde buscará la revancha en los 200 metros, cuya final se disputa mañana.

El jamaicano pareció haberse escondido en algún lugar, ya que no se le vio ni se le escuchó hablar tras el drama del domingo. Apenas un comunicado de 11 líneas. El campeonato quedó desde entonces conmocionado por la eliminación de la máxima estrella del atletismo, quien tuvo que ver desde un monitor cómo su compatriota Yohan Blake lo sucedía como nuevo rey de la velocidad.

Bolt defendía en Daegu los títulos mundiales de 100, 200 y 4x100, sólo un año después de colgarse el oro en las mismas pruebas de los Juegos de Pekín. Así, terminaban tres años de dominio absoluto del sprint de un velocista cuya gran ambición, convertirse en una leyenda, sufría un duro traspié.

Sin embargo, su silencio finalizará con el disparo de las eliminatorias de los 200 metros, prueba en la que nadie se anima a descartar a Bolt. "Él está decepcionado. Pero no tiene sentido seguir quejándose", dijo su entrenador, Glen Mills, que añadió: "Sabe que el show debe seguir. Como campeón y estrella tiene que estar listo para el próximo acto".

Y es que Bolt tiene todavía dos oportunidades de oro: el sábado, en una eventual final de los 200, y el domingo, en los relevos con el equipo de Jamaica.

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