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Bolt inicia su despedida con una clasificación sin muchos apuros

  • El jamaicano se impuso en su serie con un discreto registro de 10,07 que debe mejorar hoy en semifinales

Bolt se impone en su serie en la que corrió junto al japonñes Tada.

Bolt se impone en su serie en la que corrió junto al japonñes Tada. / JEAN-CHRISTOPHE BOTT / efe

Adorado por un Estadio Olímpico repleto de entusiastas hinchas, el jamaicano Usain Bolt se clasificó ayer para las semifinales de los Mundiales de atletismo de Londres con unos discretos 10,07, pero evidente superioridad sobre sus rivales de serie en los 100 metros.

En el inicio de su adiós a las pistas, el de Bolt fue el peor registro entre los ganadores de las seis series que se disputaron y el octavo de todos los semifinalistas.

Pero poco importó. El público lo ama tanto que ningún otro atleta, excepto el genial británico Mo Farah más tarde, recibió tanto calor del público como el mejor velocista de la historia del atletismo. Los primeros aplausos y gritos de emoción se oyeron cuando la presencia de Bolt era aún virtual: el mito apareció en las pantallas del estadio en su salida de la zona de calentamiento. Pero los fans lo saludaron casi como si estuviera en la pista. Tardó aún en llegar al mismo lugar en el que, en 2012, conquistó su triplete olímpico.

La suya fue la última serie de la tarde-noche londinense. Y su presentación, también la última, como corresponde al hombre que acumula ocho oros olímpicos y 11 mundiales y transformó la historia de su deporte. Bolt hizo entonces un gesto con las cejas, como si sintiera vergüenza, se llevó un par de dedos a la frente, y luego cruzó otro par, antes de esbozar la sonrisa que precedió a su presentación.

Todo estaba listo para su primer show. Sólo le faltaba santiguarse. Lo hizo antes de bajar a los tacos.

El astro salió mal y lento; demoró como acostumbra en enderezarse y tomar velocidad; y en los últimos 20 metros, revolucionó sus largas piernas para superar a todos sus rivales con relativa comodidad. Por marca y sensaciones, no fue el atleta que avanzaba a sus competidores con superioridad insultante. Quizá por eso Bolt pareció serio y medio contrariado cuando cruzó la línea de meta.

Le duró apenas instantes. Tenía lo que quería: el pase a la semifinal. Y la incondicional adoración del público, que minutos antes había abucheado al estadounidense Justin Gatlin, varias veces sancionado por dopaje. Con 10,05, Gatlin ganó su serie y registró dos centésimas menos que Bolt.

La mejor marca fue para el jamaicano Julian Forte, que con sus 9,99 se convirtió en el único capaz de bajar los 10 segundos, con su récord personal. Bolt regresará hoy al tartán londinense en busca de un nuevo oro, que algunos ponen en duda. Él parece que no. El estadounidense Christian Coleman, que ayer hizo 10,01, parece otro de los rivales a tener en cuenta.

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