Despertado del sueño de poder jugar el play off por el título de la Liga ACB, el Club Baloncesto Granada se topa con la pesadilla de su situación económica, que sigue sin resolver. La primera preocupación mirando a un simple calendario se llama Curtis Borchardt. El pívot presentó una demanda contra la entidad nazarí mediante la que le reclama en torno a medio millón de euros, ya que el contrato está en dólares y depende de la cotización existente en el momento de la firma.

La vista de la demanda está fijada para el martes 11 de mayo. El pívot estadounidense, representado por su agente, Patrick King, solicita que se le abone la parte no laboral del contrato que le vinculaba con al entidad, que está en torno al 40 o el 50 por ciento del neto que firmó en su última renovación. El neto era de un millón de dólares.

En situación similar a la de Curtis Borchardt, aunque con cifras muy inferiores a la reclamada por el pívot, también están el resto de jugadores que salieron de la entidad tras la pasada temporada: Scepanovic, Maric o Cherry.

El director general del CB Granada, Julián Aranda, señaló ayer que "en principio no tengo noticias de ningún acuerdo", a lo que agregó: "Si se ajusta o no lo reclamado a lo que se debe lo tendrá que ver el juez. Las cantidades que pueda reclamar habrá que contrastarlas con la información que tengamos en el club".

Aranda justificó el incumplimiento de pagos a los jugadores argumentando: "Se redactó un presupuesto 1.800.000 euros por debajo de los previsibles ingresos y lo que pasa es que, de todas aquellas cosas que se le trasladó a la directiva -en referencia a acuerdos con instituciones-, no todas han llegado a buen puerto. Si hubiera entrado todo el dinero de los patrocinios en tiempo y forma, seguramente podríamos habernos sentado y ofrecer un plan de pagos, pero eso no ha sido así".

Con respecto a otros jugadores a los que se debe dinero, Aranda dijo que "son cantidades muy inferiores a las de Curtis". A renglón seguido subrayó que "la idea nuestra es trabajar todo lo posible por garantizar el futuro de la entidad" y apuntó que "habrá que resolverlo de la mejor manera posible, respetando los derechos de la otra parte, pero siempre defendiendo los intereses del CB Granada".

Aranda esgrimió en último término que "lo que sea suyo, suyo es, pero al final los jugadores pasan y las entidades perduran y aquí el trabajo de todos es que la entidad perdure".