Cuartos de final

Brasil pasa la prueba (2-1)

  • La intensidad local arrolla a Colombia de salida y un gol sin romper a sudar de Thiago hace más fácil el trabajo a Scolari. La reacción cafetera sólo tuvo premio con el marcador casi imposible. La 'canarinha' templa los nervios en espera de Alemania.

Brasil volvió a superar la prueba de la tensión y se metió en semifinales de su Mundial –se enfrentará el martes a Alemania– aprovechando un inicio muy dubitativo de Colombia, la sensación del torneo, y aguantando después la mejoría del rival, que ni siquiera con dos goles de desventaja se dio por vencido. A balón parado, la mejor arma ofensiva hasta ahora de la canarinha, vinieron los dos tantos de un equipo local bastante mejor que ante Chile pero sin terminar del todo el trabajo.

Presionando a cara de perro y mordiendo en cada rincón, Brasil amendrentó a Colombia de salida en Fortaleza y provocó media hora larga de nerviosismo cafetero. Incapaces de mostrar ninguna de las virtudes que les habían traído en volandas hasta cuartos de final, los jugadores esta vez de rojo se veían superadísimos por la intensidad y el coraje de los brasileños, muy cómodos con arbitrajes que dejan jugar y ponen alto el listón de las tarjetas como el del español Velasco Carballo.

Con Fernandinho repartiendo de lo lindo, Hulk esta vez sí acompañó a Neymar para que Brasil tuviera argumentos suficientes arriba. La inestimable ayuda de Marcelo fue una tortura para la defensa colombiana, cuyo centro del campo naufragó de manera evidente en el primer tiempo. El sabio Pékerman dio entrada a Guarín, mucho más técnico que Abel Aguilar, pero Colombia perdía el pulso ante las dentalladas que encontraban James Rodríguez y compañía. Volvía Paulinho por el sancionado Luiz Gustavo y Maicon sustituía con bastante acierto a Daniel Alves. Del primero al último de los brasileños jugaba al límite y Colombia, poco acostumbrada a las máximas metas, lo acusaba sobremanera.

Sin que Colombia acertara a saber si el partido había comenzado Brasil ya le había pasado por encima. Siete minutos y un córner que lanza Neymar buscando a David Luiz se paseo por el área pequeña, Carlos Sánchez pierde la referencia de Thiago Silva, Ospina no sale y el capitán brasileño la empuja de cualquier manera. 1-0 sin arrancar a sudar y el sueño hecho un mundo para los cafeteros.

Colombia no reacciona y Brasil se gusta. Completa seguramente sus mejores minutos del torneo, plenos de intensidad, fuerza y determinación. Decididos a no repetir los nervios de octavos, los locales redimen a Ospina de sus dudas en el gol con una sucesión de paradas de todos los colores. El segundo tanto de Brasil pudo haber llegado por cualquier parte, pricipalmente con Hulk como ejecutor, pero Colombia resistía y ya sólo podía mejorar.

El descanso es un auténtico alivio para Colombia, que sale dispuesta a morir ofreciendo su mejor cara. Brasil se deja ganar el centro del campo de manera inexplicable, Neymar y Hulk desaparecen y los cafeteros dejan de mirar hacia atrás y ya sólo miran hacia Julio César. James toma las riendas y Brasil especula.

En apenas cinco minutos se dibuja un panorama esencial en el encuentro y en el campeonato. Thiago Silva, capitán y alma de Brasil, ve una amarilla absurda en el 64 por estorbar el saque del portero y se pierde el siguiente encuentro. Velasco Carballo anula con acierto el posible empate de Yepes en el 66 por fuera de juego en un barullo fenomenal. Ospina se coloca de forma terrible y David Luiz le clava el 2-0 de Brasil en el 69. Colombia, que había arrinconado al gran rival, ve cómo la gloria se le escapa entre los dedos.

Pero sin dejar nunca de soñar, la entrada de Bacca le da nuevos bríos y más dinamismo al ataque colombiano. James le busca y le encuentra y Julio César le derriba. Penalti que transforma la sensación del torneo, que se va con 6 goles, y diez minutos para que Brasil sufra de lo lindo el asedio cafetero. Con Neymar en camilla por un brutal rodillazo en la espalda de Zúñiga, Brasil aguanta el asedio de la manera más zafia y eficaz que puede. Scolari respira, Brasil celebra. Prueba superada.

Si ante Chile superó su incapacidad y unos nervios que no le dejaban vivir, frente a Colombia dejó atrás la sensación de equipo superable. Colombia, que ha dejado algunos de los momentos más brillantes del torneo, se vio arrollada por el ímpetu que una selección que –como ya comprobó España en la Confederaciones– va a ser casi imparable con arbitrajes laxos. Si al talento se le suma trabajo y se le añade la permisividad necesaria, échenle un galgo a este equipo. Lo único en su contra, que en semifinales tendrá enfrente quizás al único equipo que sin duda no se ahogará en el ambiente.

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