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Calabaza, qué color más feo para vestir a un equipo

La visita del Marbella no dejó indiferente a ninguno de los que estuvieron en el estadio de Los Cármenes, sobre todo por las vestimentas del conjunto malagueño. Debe ser que no hay presupuesto para un diseñador o que yo soy muy delicado. Pero seguro que alguno de ustedes coinciden en que el naranja butanero por arriba, con franjas grises en la camiseta; los pantalones grises y las medias color calabaza; señores, no son colores para vestir a un equipo de fútbol. Piensen que el Marbella iba vestido de igual modo que el que a la gran mayoría de ustedes les reparte las bombonas, aunque con la única salvedad de que éstos se hallaban en un campo de fútbol y de corto.

El Granada CF ayer también tuvo nueva vestimenta: la de invierno. Las mangas largas se hacían raras después de tres meses de competición. También se vieron por primera vez unas medias rojiblancas que tampoco pasaron desapercibidas.

El que no parece perder la clase, pues siempre las hubo y las habrá, es el asturiano Oli. Sigue siendo el mismo que tomó las riendas del Cádiz en Primera, aunque me estoy refiriendo a su vestimenta. En cuanto al pelo, al técnico marbellí los años no le pasan en balde. Las canas de Oliverio Jesús Álvarez González, que así se llama el amigo, han hecho que a todos se nos venga a la cabeza aquel chaval vestido de azul con la camiseta de su querido Real Oviedo debutando, con Radomir Antic en el banquillo, en el equipo ovetense. Cómo pasa el tiempo. Suerte para el técnico, al menos, mucha más de la que tuvo ayer su portero, Ávila. Al guardameta le tiraron por primera vez a las manos en el minuto 57. Es comprensible por tanto que el portero encajara el gol tonto de la jornada. El frío que asolaba Los Cármenes al arranque de la segunda parte dejó las manos del cancerbero frías y sin capacidad de reacción.

También se produjeron rarezas en la grada. La peña marbellí 'Locura Blanca' estuvo presente en Los Cármenes con una pancarta mucho más 'estruendosa' que la de los siete fieles que se desplazaron a Granada. Digno de elogiar.

Rarezas, una vez más, también las hubo. El 'mini' marcador que indica los cambios se quedó sin pilas. Pirri, muy atento, hizo un buen quite al delegado rojiblanco Pedro Pérez Taboada para sacar las tablillas de mano. Cualquier tiempo pasado fue mejor, debieron pensar. Además, a alguien se le olvidó guardar el minuto de silencio al inicio y, como nunca es tarde si la dicha es buena, el recuerdo al fallecido en el atentado de ETA llegó antes de la segunda parte.

Por cierto, la sala de prensa estrenó una pantalla publicitaria. Ya saben, de esas que se colocan delante del entrenador, las que vemos a diario en Primera División por la 'tele'. Debe ser que cada día estamos más cerca de la gloria.

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