El Estudiantes sorprendió al Barcelona en el Palau y se embolsó un triunfo tan ajustado como meritorio, fruto de su fe en la victoria y de un extraordinario arranque ante un Barça fuera de onda.

Sin puntería ni concentración defensiva, el Barcelona dio vida a Estudiantes desde el salto inicial. Ni el buen partido de Navarro ni la regularidad de Ilyasova le alcanzaron al equipo azulgrana, errático en el tiro (5 de 13 en triples) y despistado en defensa.

Jasen y Popovic castigaron la dejadez de los locales. Les acompañaron Wideman y Udrih, jugadores que completaron un póker suficiente para ganar.

El equipo de Luis Casimiro Palomo forjó su triunfo en un gran inicio de partido (7-15, 8') y en un final muy sólido. Inmune a la jerarquía del Barcelona y al ambiente, el equipo madrileño ejecutó a su rival en un final agónico con un tiro libre de Cummings a falta de tres segundos (71-71).

El marcador final premió la fe de Estudiantes y castigó la indolencia del Barça, incapaz de cerrar el partido pese a la amplitud de su plantilla y su talento. Sólo tras el descanso (30-34) comenzó el Barcelona a gobernar. Se puso por delante gracias a un triple de Ilyasova (35-34 21') y llegó a irse de diez puntos (56-46, 32'). Apareció Barrett con dos triples consecutivos y todo apuntaba a una victoria cómoda del Barça. Pero Estudiantes se resistió. Los de Xavi Pascual no supieron sentenciar y el conjunto madrileño se creció y alcanzó el tramo final con una desventaja de tan sólo cuatro puntos (62-58, 38').

Un triple de Iturbe empató el partido a falta de un minuto (69-69) y al Barça le entró el tembleque. En su última posesión, Navarro falló su intento de penetración y el balón fue para Estudiantes, que solventó el partido con inteligencia. Cummings anotó uno de sus tiros libres, suficiente para retratar al Barça y rescatar la victoria de su equipo en el Palau.