Carlos Sainz, que se prepara para afrontar, al volante de un Volkswagen Race Touareg, su tercera participación en el rally Dakar, declaró ayer en Madrid que su objetivo no es ganar etapas, sino ganar la carrera, que se disputa entre el 5 y el 20 de enero. "A mí no me preocupa ganar etapas; lo que me preocupa es ganar el Dakar, que es para lo que me preparo todo el año", dijo Sainz, que en 2007 se proclamó campeón de la Copa del Mundo de raids, su tercer título mundial tras los dos obtenidos en el campeonato de rallys (1990 y 1992).

"Tengo poca experiencia en el Dakar en comparación con otros pilotos, como Peterhansel, pero yo no renuncio a nada. Voy con la misma ilusión que todos. Con humildad y respeto, pero sin renunciar a nada", dijo.

"Opciones de ganar, las tenemos, por supuesto. Somos aspirantes, porque el equipo a batir es Mitsubishi, pero tenemos las mismas posibilidades de ganar que los demás", dijo el madrileño, de 45 años.

Sobre la edición de este año, Sainz destacó: "El rally se va a decidir durante la segunda semana, en el paso de la prueba por Mauritania. Si antes estábamos en Mauritania tres o cuatro días, este año vamos a estar una semana entera. Quien quiera luchar por la victoria va a tener que hacerlo muy bien en esas etapas, que van a ser duras". "Además han quitado de un plumazo las últimas etapas que transcurrían por caminos y que a mí me iban muy bien", agregó.

Al referirse a su coche, Sainz dijo: "Este año hemos trabajado sobre todo en la fiabilidad, porque para ganar el Dakar lo primero que hay que hacer es acabar. Y para eso hace falta un coche robusto y que, además, sea rápido".