Los Cavaliers demostraron en el cuarto partido de nuevo que, cuando están contra la pared y al borde de la eliminación en la final,se crecen en su juego y brillan si además el rival son los Warriors.

Por cuarta ocasión en dos años, los Cavaliers evitaron la eliminación en la final de la NBA al ganar justo cuando parecía que su temporada había terminado.

Ahora siguen igualmente abajo en la serie al mejor de siete, algo que ya sucedió el año pasado, e hicieron historia al conseguir la remontada con tres triunfos consecutivos.

Su nuevo reto será lograr cuatro seguidos si quieren revalidar el título de campeones y además ser los primeros que son capaces de remontar una parcial adverso de 0-3, un imposible en la NBA en 126 ocasiones que se dio este marcador.

De ahí que los propios Warriors deben tomarse muy en serio al equipo que tienen enfrente con LeBron James, pero sobre todo con el base Kyrie Irving, que como sucedió el año pasado se convirtió en el verdadero factor sorpresa y ganador. "No me gusta esta situación", admitió James luego de superar a Magic Johnson en el libro de récords con su noveno triple-doble en una serie final.