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La Cibeles 'seleccionó' a Raúl

  • Los 100.000 hinchas madridistas congregados en la celebración solicitaron la presencia del capitán en la Eurocopa · Casillas fue el otro protagonista de la fiesta

Más de 100.000 hinchas del Real Madrid se congregaron en la madrugada del lunes en la fuente de La Cibeles, el lugar de celebración de los títulos del club blanco, para aclamar a su equipo después de la trigésimoprimera Liga.

La jornada fue tan larga como emocionante para los seguidores del Real Madrid. La historia comenzó a escribirse con el comienzo del encuentro celebrado en el campo del Osasuna, donde el equipo blanco estaba obligado a ganar para llevarse el título con tres jornadas de anticipación. El Real Madrid logró un épico triunfo por 1-2 con 10 jugadores. Puñal marcó de penalti el gol del Osasuna a ocho minutos del final y todo parecía perdido para los blancos.

Entonces, la fuente de La Cibeles quedaba desierta y algunos operarios comenzaban a desmontar todos los andamios, pues el Real Madrid debía marcar dos goles para llevarse el título. Pero lo consiguió gracias a una inesperada reacción final, con dos goles en los últimos cuatro minutos. Robben hizo el empate e Higuaín puso el tanto definitivo. Los jugadores se volvieron locos y comenzaron la primera etapa de los festejos en el mismo campo del Reyno de Navarra. Hubo champán en los vestuarios, saltos de alegría y gritos de "campeones, campeones", junto con trajes empapados por la bebida.

Después, directivos, técnicos y jugadores tomaron un vuelo hacia Madrid para presentarse ante sus hinchas, que esperaron durante más de cuatro horas a sus ídolos, a pesar de que el día siguiente era laborable. Toda la plantilla se montó en un autocar descubierto para realizar el recorrido desde el aeropuerto hasta el centro de Madrid, donde se sitúa la fuente de la diosa. El momento más emocionante ocurrió cuando Raúl, el capitán, subió a la fuente y le puso la bufanda del equipo a la diosa.

"¡Raúl, selección!", fue el grito más escuchado en esos momentos. Entonces, el capitán regresó con el grupo y todos los jugadores saltaron en comunión con sus aficionados.

Hubo banderas argentinas en honor a los numerosos futbolistas de esta nacionalidad presentes, africanas, con apoyo a Diarra, de Mali, y alguna brasileña en homenaje a Robinho. Sin embargo, los jugadores más aclamados fueron los canteranos Raúl y Casillas, los dos grandes ídolos de este Real Madrid triunfal, que conquistó su segunda Liga consecutiva por primera vez en 18 años.

Después, los jugadores se retiraron para disfrutar de una fiesta privada organizada por el club. "Es justo que disfrutemos de la noche más larga del año", proclamó Cannavaro.

El Real Madrid tiene la oportunidad de seguir disfrutando de la fiesta mañana, en el partido ante el Barcelona. "Quizá no estemos en condiciones por tanta celebración, pero la ilusión por dar una alegría más a la hinchada paliará cualquier resto de cansancio", bromeó Bernd Schuster, el técnico del conjunto madridista, otra de las personas más felices del club.

Y otro motivo de satisfacción para los jugadores: cada uno recibirá un total de 360.000 euros como premio extra por la obtención del título de la Liga. Pero cabe suponer que el club lo pagará con mucho gusto.

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