Deportes

Clima y campo, otros posibles enemigos

  • España prefiere preparar el día a día en la fría Curitiba aunque pueda pagar luego su adaptación al calor

La selección española luchará en el Mundial de Brasil no sólo contra los rivales que vaya encontrando en su camino, sino también contra el campo y el clima. España decidió concentrarse bajo la lluvia y el frío de Curitiba, dos características climáticas muy alejadas de las que encontrará, por ejemplo, mañana viernes en su debut en el Mundial ante Holanda.

Jugará en Salvador, donde hay una diferencia de temperatura superior a los diez grados centígrados respecto a la que vivió esta semana en Curitiba.

Además, previsiblemente se encontrará un césped con características muy diferentes al corto y rápido que tuvo en su centro de entrenamiento, tal y como le gusta a España, que busca la circulación rápida de la pelota y el fútbol combinativo como armas principales.

"(En Brasil) No es fácil jugar rápido con el balón. Las condiciones de calor y humedad van a pasar factura. La muestra la vivimos el pasado año (en la Copa Confederaciones)", recordó esta semana el volante español Sergio Busquets.

"El clima nos va a costar porque nosotros jugamos gran parte de la temporada en invierno. Lo importante es que los campos estén mojados", deseó su compañero el hispanobrasileño Diego Costa.

Pero lo cierto es que España decidió entrenarse en el sur, en un clima lluvioso y frío, por elección propia. Ya conocía el contraste con los escenarios de encuentros concretos, como el del viernes.

En la Copa Confederaciones, el combinado de Vicente del Bosque estuvo en Recife y Fortaleza, en el norte del país, con un clima caluroso y húmedo. Y su experiencia fue negativa.

España perdió 3-0 en la final ante Brasil y durante todo el torneo pasó por dificultades. Desde el comienzo, su forma física no pareció la adecuada. Y en la final fue completamente arrollado.

Esta vez España prefirió acudir a una sede que le permitiera realizar una preparación física óptima desde el comienzo, aunque para ello tuviera que sufrir su aclimatación a los escenarios de partidos concretos.

"Los jugadores están encantados con Curitiba", explicó un portavoz de la Federación Española de Fútbol, quien sugirió que fueron los propios futbolistas los que decidieron cambiar los hábitos tras la experiencia de la Copa Confederaciones.

"El clima, la verdad, es perfecto para la preparación física y entrenar. Y las instalaciones están muy bien. El campo está bastante bien, las instalaciones muy tranquilas, todos lo tenemos bastante a mano y estamos contentos de estar así", explicó Busquets.

España viajó ayer a Salvador con el fin de ganar un día en su adaptación a los rigores climáticos que propone la sede del partido ante Holanda. Y durante la jornada, el cuerpo técnico podrá ver cómo es el estado del césped del Arena Fonte Nova, el estadio de Salvador.

Sólo el tiempo dirá si la estrategia española fue acertada. Apostó por la posibilidad de realizar una buena preparación física desde el comienzo a cambio de sacrificar la adaptación a climas calurosos y campos secos.

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