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La Copa deja un poso dulce y amargo

  • El Granada 74 las tuvo en el primer tiempo, periodo en el que jugó más y mejor que el Atlético · Mista aleja el sueño tras espabilar su equipo

Si el Granada 74 estuviera en Primera División y el de ayer hubiera sido un partido de Liga, sin duda el sabor de boca de los granadinos que ayer estuvimos en el Calderón hubiera sido otro más dulce a nuestra partida, merced al empate que logró sacar el equipo de Tapia. La lástima fue que el choque era de Copa, que en la ida ya se había encarrilado para el grande y que el pequeño, pese a volver a tutear al equipo colchonero, no pudo igualar una eliminatoria que por momentos pareció nuevamente abierta.

Tras una primera parte en la que los granadinos tuvieron sus opciones, especialmente en una ocasión que Falcón le salvó a Aranda, Aguirre debió vocear en el vestuario, pues los suyos fueron otros en la reanudación, sentenciaron el choque y sólo en la última jugada pudo engancharse al juego su oponente.

Esta vez sí comparecieron desde el principio Luque y Aranda, la pareja de lujo del ataque rojillo, inéditos en el primer tramo del choque de ida y determinantes en el segundo para que el equipo granadino llegara con algo de vida al envite disputado ayer. Por lo demás, Tapia se decidió por Fagoaga para acompañar a Crespí ante la baja de Benja y la de Cristian Díaz, y situó a Saizar por detrás de Aranda.

La propuesta inicial del Atlético de Madrid fue sosegada, y la del ‘74’, lejos de la precipitación, se movió entre el juego de toque, a lo que sin duda ayudaba el escenario, y los envíos envenenados de Luque. Una falta botada por el sevillano al primer minuto de juego inició las hostilidades, continuadas en los primeros compases por un Saizar muy activo que creó peligro a los tres minutos tras aliarse con Juanlu. Y a los 8’, otra falta de Luque rematada de cabeza por Saizar, cerrando así una recta inicial de buenas intenciones rojillas.

Al Atlético parecía bastarle con tocar y tocar el cuero, buscando el arco de José Juan sin prisas y casi siempre apoyado en Miguel de las Cuevas desde la media punta. La pachorra de Reyes cada vez que tuvo que ir a sacar un córner era fiel reflejo de la desgana ‘colchonera’.

Cuando apareció Aranda, el árbitro le cortó las alas por una tarjeta de las que se suele ganar el malagueño por protestar. Todo procedió de un gran pase a la espalda de la defensa que dejó solo al malagueño, cortado por presunta mano en el control (18’). En el área contraria, el Atlético ponía en apuros a José Juan sólo por alto, con algún envío aislado. Llegada la media hora, la sensación era de que el ‘74’ podía competir por el partido, pero que la eliminatoria quedaba lejos.

La recta final del primer acto fue del ‘74’, que se alió con la desgana local y se adueñó del balón, lo que provocó cierta incertidumbre en la grada. Una pérdida de balón de la zaga atlética propició un tiro cruzado de Juanlu que se fue a córner por centímetros. Respondió el Atlético con un disparo de Luis García que se estrelló en la espalda de Crespí (34’). Y justo después, Mista remató de cabeza fuera un centro de Valera.

Ahí se acabó el equipo madrileño hasta el descanso, pero no así el granadino, que gozaría de su mejor ocasión en las botas de Aranda tras un pase de dibujos animados de Luque, que dejó al malagueño solo ante Falcón. El arquero salvó el mano a mano sacando una manopla extraordinaria y mandando el balón a córner (42’). Con algunos pitos despidió la grada a los suyos camino de vestuarios, tras haberlo pasado mal por el empuje del ‘74’.

La decoración cambió en la segunda mitad, periodo en el que los de Aguirre imprimieron más ritmo a su juego, viviéndose unos primeros compases de la reanudación en los que el Atlético pudo sentenciar. Tras varios acercamientos, el equipo madrileño gozó de tres claras ocasiones. La primera la falló Cleber en boca de gol, tras un córner que se comió José Juan en su salida (51’). Después erró Luis García, que no supo culminar una contra de su equipo en boca de gol (57’), y justo después fue Reyes quien falló. Ante los problemas para anotar, Aguirre tiró de Forlán, mientras que Tapia eligió a Falcón para refrescar la medular, sustituyendo a Juanlu.

El partido pareció terminar para el ‘74’ cuando Luque sintió alguna molestia y pidió el cambio siendo revelado por Borja Criado, no sin antes volver a intentarlo de falta y con una acción, tras recuperar un balón suelto, que le permitió plantarse ante Falcón, llevarse el rechace pero disparar mal y sin ángulo (63’).

Tras el empuje inicial atlético, el choque entró en una fase de aburrimiento y ausencia de ocasiones que Mista se encargó de animar con el gol que tiraba por tierra cualquier esperanza granadina (aunque en realidad el equipo granadino seguía necesitando dos goles para tener opciones de pasar). Fue una contra rapídisima tras un robo de balón sobre Aranda en el campo contrario, el cuero le llegó a Luis García, quien habilitó al murciano dentro del área para que, tras revolverse y deshacerse de José Juan, anotara el 1-0. El Atlético se animó y quiso más, y tanto Reyes como sobre todo Forlán protagonizaron jugadas de ataque resueltas casi todas por José Juan.

La lucha se tornó desigual. El equipo local optó por el preciosismo, por agradar a los valientes que habían desafiado el frío de enero madrileño, mientras que el ‘74’, desmoralizado pero impulsado por el orgullo, trataba por todos los medios de acabar con la cabeza bien alta, imposibilitando cuando pudo los intentos de filigranas de los talentosos jugadores locales.

El fútbol fue justo con el equipo granadino en la última jugada del partido.

Aranda, de falta y con la ayuda de la barrera, puso la no emoción en el choque anotando el empate. Justo después llegó el silbatazo del colegiado, que no dio opción ni a pensar en la proeza. Nos conformamos. Qué remedio. No siempre se puede decir que se ha empatado en el Vicente Calderón en un partido oficial.

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