Solo unas horas después del batacazo sufrido por el Granada CF ante el Betis en la noche del viernes, los integrantes de la plantilla rojiblanca volvieron a verse las caras, en este caso para el habitual entrenamiento de recuperación postpartido.

La cita, celebrada en la mañana de ayer en la Ciudad Deportiva de la Diputación en Armilla, sirvió para que el vicepresidente y director deportivo de la entidad, Juan Carlos Cordero, dialogará con el técnico Lucas Alcaraz. La conversación tuvo lugar una vez finalizada la sesión en las mismas instalaciones armilleras.

Este es el primer contacto que se produce entre máximos dirigentes del club y el responsable del cuerpo técnico rojiblanco después de la dolorosa derrota ante el equipo bético.

El 1-5 provocó que tras la finalización del choque se reuniera de urgencia en el mismo palco de Los Cármenes el presidente del Granada, Quique Pina, con sus hombres de confianza, con el propio Cordero a la cabeza.

Ese encuentro, de mayor duración que otros protagonizados por los dirigentes tras otros malos partidos del equipo en casa, provocó que Pina y los suyos abandonaran Los Cármenes mucho después de lo que lo hacen habitualmente. También Alcaraz y alguno de sus ayudantes se fueron del estadio después de la medianoche.

De la reunión postpartido salió un mensaje de respaldo al trabajo que están desarrollando tanto el entrenador como los jugadores. Eso fue lo que trasmitió ayer Cordero a Alcaraz durante la charla mantenida tras el entrenamiento y el mensaje que se quiere lanzar desde el club a la afición, a la que se le sigue pidiendo apoyo y ayuda en los decisivos encuentros que el Granada aún debe jugar en su propio estadio esta temporada.