Covirán Granada-Almansa La otra crónica

Un festivo 'viernes 13' en el Palacio

  • Granada regresa a la ACB en un Palacio a reventar que vivió una jornada inolvidable de baloncesto y jolgorio

Espectacular imagen de un Palacio de los Deportes a reventar

Espectacular imagen de un Palacio de los Deportes a reventar / Photographerssports (Granada)

La rotonda de acceso al Palacio de los Deportes luce plagada de rosas rojas. Las flores son incontables y están en su máximo esplendor, como si la casi inexistente primavera granadina se hubiera querido asomar a ‘La fiesta del Viernes 13’.

Faltan algo menos de dos horas para que empiece a botar el balón y sólo a unos metros de allí empiezan a llegar a la instalación los jugadores. Aparece cada uno por su cuenta, como si fuese Robert Moreno el entrenador. Siempre es así en los partidos en casa del Covirán, aquí no hay ni concentración ni bus. Decenas de aficionados esperan ya a sus ídolos.

Es raro encontrar a alguien que no lleve una camiseta identificativa del club. Seguramente las camisolas de basket no se vendan tanto como las de fútbol, pero es interesante acudir a un partido de esta dimensión, o a la pasada Copa del Rey de baloncesto, para confirmar lo chulas y lo extendidas que están. Los colores rojo y negro mezclan bien.

Una preciosa en esos tonos lleva por detrás el nombre de María Pérez. No es el último fichaje del equipo, es la marchadora granadina, que ya rula por los alrededores del Palacio pese a que falta hora y media para que den las nueve.

Camina alrededor del parqué Óscar Fernández-Arenas. Ya han quedado en mejor lugar la chaqueta y la corbata, y las mangas de la camisa están por los codos (luego se revestirá para el partido). No quiero ni imaginar cómo estará a las tres de la mañana. Eso de andar cerca de la pista es un decir, porque apenas hay sitio por donde pasar.

Se han colocado decenas de sillas para seguir el partido casi desde la misma línea de banda, como si fuera la NBA. Eso de que el Palacio se queda pequeño no es una exageración. Sólo hay que mirar al palco para comprobarlo, completado con sillas de plástico más allá de la última fila.

El listado del elenco de autoridades asistente al partido da para completar medio periódico. Gesticula más que nunca el alcalde, Paco Cuenca; Pablo García, el delegado de la Junta en Granada, lo vive como cuando era un niño y veía al Oximesa en Albolote; está Manuel Cardenete, el nuevo consejero de Deportes de la Junta, al que se le viene muchas veces a la cabeza lo que estaría disfrutando su antecesor, el tristemente fallecido Javier Imbroda; Jorge Garbajosa, presidente de la Federación Española de Baloncesto; y concejales, delegados, alcaldes… Está hasta Aitor Karanka, ¡ah, no, que es su hermano gemelo Ignacio Cuerva!

Sentido homenaje

Y a todo esto, tras un emotivo minuto de silencio en memoria de José María Corpas, concejal del Ayuntamiento de Granada fallecido este jueves, se jugó un partido de baloncesto. El Almansa se presentó dispuesto a que no hubiera fiesta, a que fuese un ‘vísperas de mucho, días de nada’.

Su equipación, bastante fea. Un mal pensado creería que la eligió sólo para molestar a los ojos de los locales. 0-2 para empezar. A más de uno le empezaron a caer los sudores fríos.

No, era broma. El partido fue poco menos que un paseo, un desfile militar hacia la ACB, el sitio donde Granada y el Fundación merecen estar.

La ACB, el hábitat natural de un Palacio que vibró, canto y botó, sobre todo en la segunda parte, como en los viejos tiempos, que fue un sólo grito y una sola ola. La ACB, a la que regresó Granada más de una década después, justo en un festivo ‘viernes 13’ que ya será para siempre inolvidable.

 

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