Real Murcia-Covirán Granada | Crónica

Un Covirán Granada sin alma cae en la cancha del Real Murcia (69-62)

  • El equipo de Pablo Pin se tendrá que jugar el pase a las semifinales del 'play off' por el ascenso este sábado en el Palacio tras protagonizar uno de sus peores partidos de la temporada.

Lluís Costa no pudo imponer su ritmo.

Lluís Costa no pudo imponer su ritmo. / Fermín Rodríguez / Fundación CBG (Murcia)

Mucho tendrá que cambiar el decorado para que el Covirán Granada esté en las semifinales del play off por el ascenso a la ACB. El conjunto de Pablo Pin jugó uno de los peores partidos de la temporada, sino el peor.

El Real Murcia se llevó el segundo partido de la serie por 69-62 a pesar de poner de manifiesto todas sus carencias, que son muchas, pero los visitantes fundieron a negro en un encuentro en el que dieron toda una clase magistral de todo lo que no se ha de hacer en un partido de baloncesto. No se dominó el rebote, las pérdidas fueron un lastre, no hubo ritmo en ningún momento, no se supo mover el balón y la puntería brilló por su ausencia. 

Tal como ocurrió en el primer partido, el Covirán empezó mejor, al menos en el marcador, pero según avanzaron los minutos se fue hundiendo en el desacierto hasta terminar desquiciado, con los jugadores haciendo la guerra por su cuenta. No se salvó ninguno, ni en la pista ni en el banquillo.

El inicio, un espejismo

Con dos bases en pista –Germán Martínez y Lluís Costa–, el cuadro granadino comenzó más entonado. Un espejismo. Tras un inicial intercambio de canastas, el conjunto pimentonero se atascó en sus intentos de perforar el aro visitante, mientras que los de Pin, sin aprovechar del todo el mal comienzo de su rival, cogieron ventaja gracias a su acierto desde más allá de la linea de 6,75 (2-8, a los dos minutos y medio). Monclova no tuvo más remedio que parar el partido, el ritmo y los derroteros con los que había comenzado la contienda para los suyos.

Fall machada el aro murciano. Fall machada el aro murciano.

Fall machada el aro murciano. / Fermín Rodríguez / Fundación CBG (Murcia)

A la vuelta a pista, un par de malas decisiones a la hora de mover el balón fue aprovechado por el Murcia para acercarse en el marcador (7-10). Los dos conjuntos entraron en la anarquía al dejarse llevar por la precipitación.

En un principio fue el Covirán el que salió beneficiado, pero a continuación encadenó malos lanzamientos y no tardaron en sentir el aliento de sus anfitriones, que aprovecharon el desconcierto de los nazaríes a ambos lados de la pista y su falta de concentración en la ‘pintura’ para cerrar el primer cuarto al mando del marcador: 20-19.

A peor

Las primeras acciones del segundo cuarto sirvieron para evidenciar aún más los problemas del Covirán para cerrar el rebote. Y también para marcar el ritmo. A Pin no le gustó nada el panorama y pidió tiempo muerto porque los suyos no estaban cómodos ante lo que proponía el rival (26-23, 12’).

En la vuelta a la pista, se entró en un intercambio de canastas, aunque con la iniciativa siempre estaba en manos de los pimentoneros. Mediado el cuarto, a los granadinos se les veía sin ritmo y con lagunas en la concentración. Los de Monclova, por el contrario, creían cada vez más en lo que estaban haciendo. Un triple de Martin puso a los suyos siete arriba (35-28, a 3’30’’ para el descanso).

Un inverosímil triple de Iriarte sobre la bocina dejó los guarismos en un apretado 39-38 al descanso. Sin duda, el marcador era lo mejor hasta el momento.

Sin reacción

Si hubo bronca o toque de atención en los vestuarios no se notó en las primeras acciones de la reanudación. En menos de un minuto y medio, el Murcia anotó fácil debajo del aro y desde el perímetro para recuperar su máxima ventaja (47-40). A pesar de seguir sin sensaciones, el Covirán volvió a ponerse a rebufo, pero incapaz de marcar el compás. A pesar de los pesares, llegó a ponerse por delante (49-51, 24’30’’).

Los últimos minutos del tercer cuarto fue una acumulación de despropósitos por parte de los dos contrincantes, que parecían empeñados en no querer ganar. A falta de los últimos diez minutos todo seguía igual, con ventaja local de un punto: 53-52.

Descomposición

Dos balones perdidos en ataque nada más comenzar el acto definitivo no invitaron al optimismo. El tercer y cuarto ataques se saldaron con un lanzamiento al lío y otro sin puntería. Además, tres personales en menos de dos minutos.

Bropleh intenta irse de un rival. Bropleh intenta irse de un rival.

Bropleh intenta irse de un rival. / Fermín Rodríguez / Fundación CBG (Murcia)

Tras el tiempo muerto pedido por Pin, nuevo ataque estéril y una falta más sobre un lanzamiento de tres de Kapelan, que puso la desventaja en cinco puntos (57-52). Los minutos siguieron pasando y el atasco ofensivo se hizo cada vez más patente.

Si Murcia fuese un equipo con más entidad habría resuelto el partido pero de forma increíble, cuando Fall anotó la primera canasta del Covirán a los cuatro minutos fue para ponerse a tres (57-54). Más de uno se restregó los ojos.

Los de Pin llegaron a ponerse por delante en el marcador (57-58. a 2’28’’ para el final). La canasta de Lluís Costa fue una anécdota en un equipo instalado en la ausencia de ideas aderezada con un recital de pérdidas. Al Murcia, no le quedó más remedio que ganar a un conjunto sin alma.

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