El domingo se juega en Granada el partido de los partidos, la madre de todas las batallas, el duelo de la temporada, el más importante de los últimos años para el baloncesto provincial. Un ascenso en cuarenta minutos.

Covirán Granada y Río Breogán se verán las caras desde las siete de la tarde en el Palacio de los Deportes con el premio para el vencedor de ascender a la Liga ACB. Y nadie en Granada se lo quiere perder.

En apenas tres horas se despacharon este viernes las 1.600 localidades puestas a disposición de los aficionados. Ese es el número de personas que podrán presenciar el partido, según las medidas sanitarias vigentes. 

El Covirán Granada ganó el pasado fin de semana el primer partido de la serie disputado en el Palacio, pero cedió este jueves ante el Río Breogán en Lugo, desperdiciando la primera oportunidad de las dos que tiene para ascender.

La segunda y última opción, la de este domingo en Granada. Con el público a favor, con un Palacio con sólo 1,600 aficionados pero que promete hacer mucho ruido.

No obstante, es bueno recordar que la presión por su condición de favoritos y de ‘equipo rico’ de la categoría es para los gallegos, pese a que su entrenador trate de quitarse esa etiqueta.

Hay un buen ejemplo que refleja el potencial económico del Río Breogán. La expedición del Covirán se subió en el bus nada más acabar el encuentro jugado en el Pazo y se cruzó España sobre cuatro ruedas para llegar a Granada en la mañana de este viernes.

Los jugadores del cuadro gallego, sin embargo, se fueron a dormir a sus domicilios y se cruzaron España en la mañana del viernes. En este caso en avión. De hecho, ambas expediciones llegaron a tierras andaluzas a la vez, aunque de formas muy distintas.

Presión y deportividad

El Covirán Granada compitió, luchó y ganó durante toda una temporada para quedar primero en la fase regular y tener el factor cancha a su favor en cada una de las series finales. Fue clave en las dos anteriores series y también tiene que serlo este domingo.

Más allá de la presión que puedan meter los afortunados aficionados que acudan al Palacio, que la meterán, ese empuje también tiene que estar presente desde el primer segundo del choque en la pista, tal y como hicieron los lucenses en el duelo del jueves.

Hasta tres veces buscaron bronca, sin necesidad de hacerlo y sólo para picar a los granadinos, durante el duelo.

Si usted, querido lector, es de los que aplaudió que a los tres segundos del partido de vuelta de las semifinales de la Copa del Rey entre el Granada y el Athetic Club Yangel Herrera le hiciera una falta a Muniain, puede seguir leyendo.

Porque, a veces, no sólo se empiezan a ganar los partidos metiendo la primera canasta o el primer gol. Puede que ni siquiera en intentar anotar más que el rival esté la clave.

El Covirán venció el primer choque gracias a su sensacional defensa, mientras que el Río Breogán se impuso en el segundo por sus espectaculares números en el rebote ofensivo. Apretar, morder, encimar, querer, ir, empujar, achuchar, presionar. Hay que meter canastas, sí, pero también hacer todo lo demás.

Los padres de la novia de mi amigo

Cuando éramos jóvenes, un buen amigo se echó una novia que tenía unos padres muy cautos y estrictos con el tema de los horarios.

Siempre que se veían para salir le preguntaba que a qué hora tenía que regresar a casa. “A las doce”, afirmaba ella.

Mi amigo le contestaba “quien dice a las doce, dice a las tres y media o las cuatro”.

Siempre regresaba de madrugada y nunca le regañaron porque sus padres. En el fondo, sabían que andaba con buena gente.

Hay veces en la vida, sobre todo si es por una causa noble y justificada, en que no pasa nada por no cumplir a rajatabla lo estipulado.