Melilla no es una plaza fácil de conquistar. La historia así lo ha puesto de manifiesto en no pocas ocasiones. Éste es el complicado reto que tiene ante sí un Covirán Granada que lleva mucho tiempo necesitado de victorias para alejarse de la zona más peligrosa de la tabla, con la que también coquetea desde hace tiempo.
Sin duda, tras el contundente triunfo de la semana pasada frente al Canoe, ganar en la ciudad española del norte de África supondría un buen chute de moral y confianza además de ser la segunda consecutiva. Otra cuenta que el cuadro nazarí tiene pendiente desde inicios de la competición y que le es necesario para encarar el tramo final de la liga con un objetivo más ambicioso que la mera permanencia, una meta que, hoy por hoy, sigue en el punto de mira.
Complicado
La empresa se presenta difícil, al menos por un par de motivos. El primero, contundente, es que el Covirán no ha sido aún capaz de vencer a los norteafricanos desde que ascendió a la LEB Oro: tres partidos, tres derrotas, dos de ellas en el Palacio.
La segunda es que el conjunto que dirige Alejandro Alcoba se muestra convincente en su cancha, en la que sólo ha caído en tres ocasiones y en la que han perdido equipos como el líder Valladolid (88-85) y el Palma (68-65). Los melillenses no ceden ante su afición desde el 22 del pasado mes de noviembre, día en el que cedieron ante el Coruña (72-76).
Manu Rodríguez, única ausencia
El entrenador del Covirán afronta el choque con la baja de Manu Rodríguez, que aún tiene por delante al menos un par de semanas para su recuperación.
Además, durante la semana varios jugadores se han ejercitado mermados, como el recién incorporado Mykal Riley, que se torció un tobillo y que hoy no estará al cien por cien. Además del estadounidense, también estará disponible Alejandro Bortolussi, que ya jugó la pasada semana después de casi un mes en el dique seco.
El conjunto nazarí viaja a Melilla con los ánimos algo renovados tras el triunfo logrado el pasado domingo frente al Canoe en un encuentro en el que los jugadores del Covirán, además, dejaron buenas sensaciones, sobre todo en un tercer cuarto pletórico en el acierto en los lanzamientos.
El rival
Enfrente estará un Melilla más regular en la competición y que presenta un balance que es justamente el contrario a de los granadinos: es séptimo en la tabla con trece victorias y ocho derrotas.
Los norteafricanos reciben al Covirán tras caer en su visita al Cáceres, pero conscientes de que en su cancha son prácticamente intratables. Además, los de Alcoba, que se han reforzado en el mercado de invierno con los fichajes de Belemene y Mirza Bulic, superan a los rojinegros en las estadísticas de casi todas las facetas del juego, incluida la del rebote en la que el Covirán tiene uno de sus fuertes.
Por lo tanto, casi todos los antecedentes juegan en contra de un Covirán al que le urge dar un golpe de efecto. Melilla puede ser una buena plaza donde hacerlo.
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