Covirán Granada-Coruña | Crónica

El Covirán Granada impone su ley ante el Coruña (74-65)

  • Los rojinegros consiguen una importante victoria ante uno de los favoritos sobre la base de un gran trabajo de equipo.

Murphy, el mejor del Covirán, anota en penetración.

Murphy, el mejor del Covirán, anota en penetración. / Alejandro Romera / Photographerssports (Granada)

El Covirán Granada cotiza al alza. El conjunto que dirige Pablo Pin sumó un triunfo de muchos quilates ante un conjunto como el Coruña que se había presentado en el Palacio con la vitola de ser uno de los equipos favoritos para luchar por el ascenso (74-65).

El cuadro granadino fue más equipo que su rival, pues contó con la aportación de todos sus jugadores, aunque hay que destacar partidazo de Alex Murphy, para demostrar que tiene la clara intención de formar parte del grupo de los que van a estar arriba en esta segunda fase de la LEB Oro.

Hubo que trabajar mucho y, sobre todo, muy duro. Los locales no se amilanaron en ningún momento ante la fortaleza y versatilidad de un rival que en ningún momento dio facilidades. Todo lo contrario.

Además, los rojinegros se adaptaron en casi todos los momentos a lo que requería y exigía el encuentro. Costó entrar en ataque, pero el trabajo defensivo puso los cimientos para que tras el paso por los vestuarios se tomara la iniciativa hasta que sonó el bocinazo final.

Espectacular mate de Edu Gatell. Espectacular mate de Edu Gatell.

Espectacular mate de Edu Gatell. / Alejandro Romera / Photographerssports (Granada)

Especial mención hay que hacer al esfuerzo en el rebote, faceta en la que el Covirán fue mejor en las dos pistas ante un rival que acumula muchos centímetros más. Al final, un partido por momentos poco vistoso pero muy intenso de principio a fin.

Inicio espeso

Los dos equipos comenzaron dispuestos a conceder pocas concesiones al rival. Los granadinos intentaron imponer su ley atrás en los primeros compases y su intensidad se tradujo en faltas personales –tres en menos de dos minutos–. Lo que sí dejaron de manifiesto los de Pin a las primeras de cambio fue la mentalización de luchar por el rebote en la pista delantera.

Lo que no acompañó fue la fluidez en la anotación, debido sobre todo a la imponente presencia de los gallegos en torno a su aro, la poca eficacia en los tiros de media y larga distancia y a las no pocas pérdidas. Con este panorama, sobrepasado el ecuador del cuarto de apertura el marcador reflejaba un pobre 4-6. Así se mantuvo unos minutos más, hasta que en los tres minutos el balón volvió a pasar por el aro, aunque no como para tirar cohetes.

Dos canastas de Christian Díaz en los últimos segundos dejaron al Covirán por delante tras los primeros diez minutos: 12-8.

El peor momento

El siguiente acto empezó tal cual, con un Covirán muy centrado en el trabajo defensivo. Los guarismos tardaron un minuto y medio en moverse y cuando lo hizo fue para recoger dos triples consecutivos de Javier Vega que obligaron a Pin a parar el choque (12-14, a 12’’).

Los granadinos, por el contrario, se estrellaban una y otra vez contra el muro coruñés y perdieron la concentración. Monahan y Matulionis anotaron otros dos triples para cerrar un parcial de 0-12 que hizo saltar las alarmas (12-20, a 5’50’’ para el descanso).

Murphy, en la línea de tiros libres Murphy, en la línea de tiros libres

Murphy, en la línea de tiros libres

Pin tuvo que volver a pedir tiempo muerto. En la vuelta a la pista, el técnico dispuso sobre la cancha a su artillería más pesada con la que, al menos, se puso fin al mal momento con un 4-0 en menos de 30 segundos, pero Dogoberto Peña se bastó por sí solo para cortar de raíz la intentona de reacción de los locales con cinto puntos consecutivos (16-25).

En los cuatro minutos previos al intermedio ambos equipos entraron en un intercambio de canastas –los visitantes con un ataque más equilibrado y los rojinegros con Fall como referencia– del que pareció que el Covirán salió ligeramente favorecido: 29-32.

Murphy, a escena

La reanudación resultó más movida. Para empezar, llegó el momento de que el Covirán anotara su primer triple por obra y gracia de Manu Rodríguez. 'Sólo' habían pasado 22 minutos y medio. Eso sí, la canasta del granadino sirvió de acicate, pues fue la primera piedra de un parcial de 8-0, con Murphy luciendo galones, que puso a los locales al frente (39-38).

A continuación, otro parcial favorable de 7-1 que obligó a Sergio García a parar el choque (46-42, 25’37’’). Su equipo reaccionó y el encuentro entró de nuevo en una fase de buen baloncesto en la que ningún equipo parecía dispuesto a dar su brazo a torcer, aunque el Covirán mostró más acierto en las últimas jugadas de tercer acto: 56-50.

Al mando

Por lo visto en los 30 minutos previos, el último cuarto prometía mucha emoción. Y no empezó nada mal: un mate estratosférico de Edu Gatell y un triple de un enchufado Murphy disparó a los locales (61-52, a 8’28’’ para el final).

Pablo Pin vivió el partido con intensidad. Pablo Pin vivió el partido con intensidad.

Pablo Pin vivió el partido con intensidad. / Alejandro Romera / Photographerssports (Granada)

Tras el lógico tiempo muerto del técnico visitante, el Coruña al menos dio por concluida su sequía, pero sin demasiados alardes. Menos mal, porque el Covirán se atascó varios minutos en los 61 puntos y el marcador apenas se movió.

A falta de cuatro minutos y medio la ventaja local era de nueve puntos (62-53). A los de Pin les urgía ver aro. Bamba lo hizo con un mate, pero el Coruña tiró de su arma preferida ayer (los triples) para dar sentido a los últimos tres minutos (65-60, a 2’24’’ para el final).

A Christián Díaz no le tembló el pulso para anotar un triple que sirvió para calmar los corazones del respetable que presenciaba el encuentro. El Coruña, no obstante, no bajó los brazos en ningún momento y hasta que no sonó el bocinzao final ejerció de mosca cojonera. Una canasta en penetración de Lluís Costa a falta de medio minuto puso la guinda a una victoria que vale todo un potosí.

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