El Covirán Granada está dispuesto a recuperar la ilusión por el baloncesto entre sus aficionados lastrada por un ambiente nada propenso generado por la crisis sanitaria provocada por el Covid-19.

Aunque la Federación Española de Baloncesto (FEB) ha determinado que la temporada 2020/21 de la LEB Oro comience a mediados del próximo mes de octubre (apenas quedan dos meses), aún hay muchas incertidumbres.

La principal, si se podrá echar el balón al aire en la fecha prevista, pues la evolución de los contagios de coronavirus no invita al optimismo. Y si se empieza, está por ver si se podrá jugar con público en los pabellones. Esto hace que la incógnita de si el Delteco competirá en la LEB Oro o en la ACB sea un 'problema menor'.

David Iriarte jugará su cuarta temporada en el Covirán.

El equipo de Pin, el que más se ha movido

En cualquier caso, en el Covirán se mira hacia adelante, ha movido ficha y tiene prácticamente cerrada una plantilla que apunta buenas maneras, tanto que cuando comience la competición podrá considerarse como un equipo que puede aspirar a todo o que, en el peor de los casos, no está dispuesto a pasar los apuros de la pasada campaña.

Sobre la base de que la plantilla será corta –diez jugadores–, a Pablo Pin sólo le faltan dos piezas: un alero y un jugador interior. Los fichajes que se han de concretar en las próximas fechas se unirán a los bases Lluis Costa y Chrsitian Díaz, y el pívot Mamba Ball, recientemente incorporados. Volverán a defender la camiseta rojinegra David Iriarte, Alejandro Bortolussi, Joan Pardina y Germán Martínez, que tenían contrato en vigor; y Manu Rodriguez, el único jugador que ha renovado.

Sólo Girona y Alicante siguen la estela del Covirán en su afán por cerrar sus plantillas en un momento en el que el mercado se mueve poco. Por lo tanto, el club granadino ha tomado la delantera y sea cuando sea y como sea que comience la competición lo hará con más camino andado.