Las vueltas que da la vida. Cuando en la primera vuelta el Covirán recibió al Lleida, allá por el 17 de noviembre del pasado año, los ilerdenses partían como claros favoritos porque llegaron como líderes de la LEB Oro a la cancha de un equipo recién ascendido.
Pero día, el conjunto de Pablo Pin comenzó a 'asomar la patita' de lo que iba a ser su temporada y ganó con solvencia y gran juego por 79-63 en un encuentro en el que el Covirán desarboló a su rival en un gran primer tiempo.
Hoy, los granadinos devuelven la visita con las tornas cambiadas, pues llegan a tierras catalanas instalados en puestos de play off para enfrentarse a un Lleida que ha ido perdiendo fuelle hasta quedar instalado en mitad de la tabla, con cuatro victorias menos que la escuadra nazarí.
Casi cuatro meses después de aquel partido en el Palacio, el Covirán está donde nadie lo esperaba antes de comenzar la competición. Su objetivo ha dado un giro radical y ya no se mira atrás.
Todo lo contrario. Jugar los play off por el ascenso ya no es una utopía y los de Pin, que el pasado miércoles firmó su renovación por dos temporadas más, se han ganado el derecho de soñar y luchar por alargar la temporada más allá de la última jornada de la liga regular De ganar hoy en Lérida la escuadra granadina añadirá un paso más a los quince (triunfos) que ya tienen en su haber.
Dinámicas opuestas
Dos circunstancias contrapuestas tendrán su influencia en el partido de esta noche: mientras el cuadro ilerdense se ha reforzado con los fichajes del contrastado base serbio Dukan Dukanovic y del pívot de Bahamas Shaquille O’Neal... Cleare, Pablo Pin no podrá contar con dos jugadores que hasta la fecha han sido fundamentales en sus esquemas como son Alo Marín, que la semana pasada se supo que se va prácticamente se va a perder lo que resta de temporada, y Alejandro Bortolussi, que en el partido ante el Castellón se lesionó en el soleo y tampoco ha viajado a Lérida.
La incorporación del escolta vasco Xabi Oroz, que ante el Castellón debutó el pasado sábado con la camiseta del Covirán, paliará en parte estas dos importantes ausencias.
También son diametralmente opuestas las dinámicas con las que los dos equipos afrontan el encuentro. El conjunto catalán recibirá a los granadinos tras acumular tres derrotas consecutivas. Es más, desde que comenzó 2019, el Lleida tiene un balance de dos victorias y siete derrotas, todo lo contrario que el conjunto nazarí, que desde que sonaron las doce campanadas de Año Nuevo ha sumado siete triunfos y sólo ha caído en un par de ocasiones.
Defensa y rebote
Una de las claves en el pabellón de Barris Nord estará en rebote. Ambos equipos están muy igualados en esta faceta y el que haga valer su solidez tendrá muchas opciones de imponer su ritmo de juego. Si el Covirán cierra bien los rechaces ralentizará el juego de un rival que juega con más comodidad cuando hay velocidad.
La defensa también tendrá un papel fundamental. Si los de Pin están a su nivel en la retaguardia dificultarán mucho las intenciones de un Lleida que cuenta con una plantilla en la que no tiene un foco claro de anotación, pero sí muchos jugadores a marcar.
Las referencias del equipo que dirige Jorge Serna, son Sergi Quitela y Eric Stutz. El escolta y el pívot estadounidense promedian 9,8 y 9,1 puntos, respectivamente. Ambos están bien secundados por el pívot senegalés Papa Mbaye, con 7,9 puntos de media. Además, está la incógnita de cómo se acoplan Dukanovic y O’Neil Cleare en el que será su primer partido con su nuevo equipo.
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